Por David Toro
La tradicional quema del diablo se vive a todo color y felicidad en el Barrio el Gallito de la zona 3, ciudad de Guatemala, un lugar estigmatizado como “zona roja” que muestra su mejor rostro a través de esta celebración que se efectúa cada 7 de diciembre.
Son las 5:00 PM en la 13 calle y 7 avenida de la zona 3 de la ciudad, un grupo de vecinos de El Gallito, afinan detalles para prender fuego a una enorme piñata de tres metros de alto con forma de diablo, la llamativa figura infernal, con cola, cuernos y capa negra, fue posible gracias al comité de barrio dirigido por su presidente, Julio Alburez, quien desde el 2017, organiza durante meses esta tradición que termina en un par de segundos cuando el fuego consume al enorme demonio.
Desde un punto mágico-religioso, el fuego es sinónimo de purificación, quemar al diablo es una representación de quemar y convertir en cenizas todo lo negativo y malo ocurrido durante el año.
La tradición actual es una transformación de una actividad que surgió en el siglo XVII en España, donde se utilizaban luminarias para celebraciones de la realeza y eventos sociales. Según un reportaje de Prensa Libre publicado el 7 de diciembre del 2019, la idea de quemar piñatas con forma de diablo surgió en 1990 y se extendió a diversos barrios y colonias populares de Guatemala.
Alrededor de unas 300 personas disfrutaron de la tradición en El Gallito, aunque algunos vecinos manifestaron desconocer los orígenes de la tradición, la consideran un buen momento para salir de la rutina y disfrutar en familia. Los niños corren alrededor del gigante diablo, se toman fotos con él y observan cómo se consume velozmente junto al estruendo de los cuetes y luces artificiales.