Por Rony Morales
Tres instituciones aprobaron, como parte del Acuerdo de Integración Centroamericana, el Reglamento Bilateral de Biodiversidad de uso de Organismos Vivos Modificados (Transgénicos) este permitirá la producción, modificación, comercialización de semillas y animales en el territorio centroamericano, los cuales podrían vulnerar la diversidad biológica, conocimientos y semillas ancestrales de los pueblos en Guatemala.
El Ministerio de Economía (MINECO), el Ministerio de Ganadería Alimentación (MAGA) y el Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP), aprobaron el 1 de octubre en la ciudad de Guatemala el Reglamento de uso de Transgénicos como parte de un Trato Comercial Centroamericano. Según Ronni Palacios, Coordinador de la Red Nacional por la Defensa de la Soberanía Alimentaria (REDSAG) su aprobación se llevó a cabo sin ningún anunció publico, la información llegó a través de un funcionario del MAGA, quien solo habló de su aprobación pero no brindó más detalles. “Nadie se imaginaba que los ministerios del país aprobarían un acuerdo de uso de transgénicos sin darlo a conocer a la población, ni publicarlo en el Diario Oficial”, sostuvo Palacios.
Los Organismos Vivos Modificados (OVM) son plantas, semillas, frutos, animales, bacterias y árboles cuyos genes ha sido modificados por el ser humano. El material genético de estos organismos es alterado introduciéndoles uno o más genes de otro organismo mejorando la producción y comercialización de los productos en el mercado.
Lourdes Willis, del Instituto de Estudios Agrarios y Rurales (IDEAR), considera que este reglamento fue promovido en el marco tratado de la integración social Centroamericana (SICA), y se deriva del convenio de diversidad biologíca Nagoya y el protocolo de (Cartagena). Que promueve el acceso de semillas criollas, conocimientos tradicionales, transporte, movimiento transfronterizo, investigación, experimentación, manejo, desarrollo, producción y comercialización, sin beneficiar al país ya que a Guatemala se exportaran las semillas que se cultivan de manera transgénicas en Honduras y el Salvador
Para Willis la soberanía del Estado está siendo utilizada para validar el despojo. Con este acuerdo el aumento de la contaminación en el campo y el medio ambiente, al abrir las puertas a las transnacionales de semillas, de fármacos y agro tóxicos, para que puedan aumentar el uso de materiales genéticos modificados y agro tóxicos en el país, respondiendo únicamente a los intereses económicos de empresas.
En Guatemala no se han implementado los OVM ya que varias organizaciones sociales y personas individuales se concentraron en el mes de agosto 2014 frente al Congreso demandando y logrando la derogación de la Ley Monsanto que afectaría la vida y la alimentación de los pueblo.
La posición de las comunidades
Como respuesta a la decisión, Palacios, de la REDSAG, informó que el pasado 28 y 29 de noviembre autoridades indígenas y ancestrales, el Bufete de Pueblos Indígenas, la Asociación Ceiba, representantes de comunidades indígenas y campesinas de Alta Verapaz y de la Costa Sur se reunieron, en un recinto de la zona 1 capitalina, para discutir el tema. Para los líderes, la aprobación del reglamento promueve los derechos de propiedad intelectual de las semillas, que a su juicio, favorecerán a grandes empresas, las cuales obtendrían los derechos y libertades individuales para el uso de los granos que utiliza cada pueblo.
Las personas que se reunieron en asamblea, caminaron hasta la Corte de Constitucionalidad (CC), donde presentaron un amparo para que no se apruebe el reglamento que pone en riesgo la biodiversidad, recursos genéticos y conocimientos tradicionales.
Adicionalmente, el 28 de noviembre, el diputado Amílcar Pop, de la bancada Winaq, y presidente de la comisión de transparencia y probidad del Congreso citó a miembros del CONAP, MAGA y MINECO para que explicaran y rindieran un informe sobre el procedimiento de la aprobación del Reglamento Bilateral de Biodiversidad de uso de Organismos Vivos Modificados, los funcionarios tendrán un plazo de 10 días para dar información sobre la aprobación de los acuerdos.
Con el reglamento, sostuvo Palacios de la REDSAG, empresas transnacionales serán las beneficiadas de las semillas nacionales, lo cual afectará a los campesinos y a los agricultores, las licencias serán concedidas a personas individuales o jurídicas, nacionales e internacionales que hayan creado o descubierto una semilla, entre las que también se incluyen las ya utilizadas, como el maíz o el frijol. Si no se deroga este acuerdo las poblaciones campesinas e indígenas iniciaran caminatas, plantones y una serie de actividades en la ciudad como parte de una serie de protestas.