Por Andina Ayala
Con gran sorpresa empiezo a ver qué no solo Facebook, sino también el oráculo Google y en Twitter, habían censurado la foto de la cantante chilena, Mon Laferte, en la entrega de los premios Grammy Latinos, en Las Vegas, EEUU, en la que se descubrió el torso y mostró los pechos con el mensaje: “En Chile torturan, violan y matan”.
Los pezones existen, ustedes también los tienen señores. ¿A qué parte de la sociedad le ofenden los pezones? ¿O lo que les ofende, es la crítica que hizo la cantante? Me inclino por pensar que la censura de las tetas es política.
Me di a la tarea de buscar páginas porno en Facebook, y vaya que encontré varias, especialmente vídeos que, ¡oh sorpresa! no censuraban ninguna parte del cuerpo de las mujeres.
Mostrar los pezones está regulado por decisiones políticas y económicas, que ven el cuerpo femenino cómo objeto de uso. El porno si es redituable, ¿será por eso qué no lo censuran?
Si una mujer quiere mostrar sus tetas, es bien aceptado, pero para vender sexo, no para hablar o expresar políticamente a través del cuerpo sobre algo.
Si las tetas aún hacen ruido puede ser porque no sabe usted que la diferencia entre las femeninas y las masculinas es un cambio hormonal.
Si aún le hace roncha que se muestran las tetas, es porque en el fondo es usted un conservador o conservadora que no ha soltado el pensamiento inquisidor, no le culpo, cada día es una oportunidad para la autodeterminación y liberación mental.
Pero si usted es el dueño, o socio de las redes sociales, es usted un finquero de la comunicación, un manipulador de masas, que no le importará, por ejemplo, mostrar cómo gente decapita gente; pero sataniza unos pezones. No hay censura para el odio, este si puede ser aplaudido.
Las tetas femeninas podrían ser algo tan común, como las masculinas en la playa ¡Pero no! el conservadurismo aún controla el mundo, y me queda hoy más claro que el manejo y producción tecnológica nada tienen que ver con el avance de la convivencia plena de las sociedades.