Créditos: Sororidad Guatemala.
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7 de octubre 2019

Estar a favor de la despenalización del aborto en Guatemala, un país machista y conservador, no es fácil. El 28 de septiembre de 2019, desde 1990, se conmemora en esa fecha el Día por la Despenalización y Legalización del Aborto en América Latina, y un grupo de mujeres tuvo la valentía de gritarlo en las calles de ciudad de Guatemala.

Foto: Sororidad Guatemala

La marcha recorrió las calles de la sexta avenida del centro de la ciudad. Las consignas de las decenas de mujeres que marcharon reivindicaban el derecho a la educación sexual, el acceso a anticonceptivos, la despenalización del aborto y su acceso de manera legal, segura y gratuita.

Foto: Sororidad Guatemala

 En Guatemala, la Constitución en su artículo 137 permite el aborto con “el fin de evitar un peligro, debidamente establecido para la vida de la madre, después de agotados todos los medios científicos y técnicos”. A pesar de ser un Estado laico la presión de las iglesias y las creencias religiosas de diputados y diputadas siguen definiendo qué leyes se aprueban o no, por lo tanto, hasta ahora los cambios que más progresan en el Congreso con respecto al aborto son los que buscan más restricciones. Uno de ellos es la iniciativa de ley 5272 que endurece las penas por aborto y busca penalizar incluso el aborto culposo, es decir, el aborto que puede producirse por un accidente o como resultado de una conducta en la que no se tenía la intención de provocarlo. 

Por otro lado, de enero a agosto de 2019 el Observatorio en Salud Sexual y Reproductiva registró 85 mil 619 embarazos en niñas y adolescentes de 10 a 19 años. De esa cifra 3 mil 785 son embarazos en niñas entre 10 y 14 años[1]. En 2018 se presentó la iniciativa de ley 5376 “Ley de protección a las niñas” que buscaba que el Estado restituyera los derechos de las niñas y adolescentes víctimas de violación, explotación sexual y trata de personas a través de una reparación digna que incluía el acceso a la justicia, la recuperación emocional, indemnización, protección, la creación de escuelas para padres, capacitación y la posibilidad de optar a un segundo kit de prevención del embarazo aplicable hasta la semana 12.

El artículo 7 de la iniciativa de ley que proponía la posibilidad de interrumpir el embarazo generó una ola de desinformación, encabezada por sectores religiosos que dieron a conocer esta ley como “La ley del aborto”, centrando la atención únicamente en este artículo y haciendo creer que el aborto sería legal en cualquier circunstancia. Entre las presiones que ejercieron grupos religiosos para que no fuera aprobada esta ley fue la organización de la marcha “Guate por la vida y la familia” que tenía entre sus objetivos el pronunciarse en contra de esa ley. Las organizaciones que presentaron la iniciativa de ley 5376 decidieron retirar el artículo 7 para que la ley pudiera ser aprobada y no se afectaran el resto de medidas de reparación. A pesar de ello, la iniciativa fue rechazada por la Comisión de la Mujer.

Foto: Sororidad Guatemala

“Lo que necesitan es una buena violada”.  

Los comentarios llenos de desinformación y odio que generan las publicaciones a favor del aborto, reflejan el pensamiento misógino de la sociedad y al mismo tiempo la necesidad de hablar sobre el tema. Repasemos algunos de los comentarios más frecuentes vertidos desde el machismo y los privilegios en las publicaciones de la marcha del 28 de septiembre:

“Que usen anticonceptivos”. No todas las personas tienen acceso a la educación sexual y a los anticonceptivos y estos no son 100% eficaces. Casualmente los grupos que se oponen al aborto, como los participantes en la marcha “Guate por la vida y la familia”, son los grupos que apoyan leyes que buscan restringir la educación sexual como la iniciativa de ley 5272. En cambio, quienes luchan por el aborto también exigen educación sexual integral en las escuelas, el acceso a anticonceptivos y el cese de la violencia sexual.

“¿Por qué no se cuidan?”. Del 1 de enero al 31 de agosto el Ministerio Público (MP) recibió 6 mil 293 denuncias de violencia sexual[2].  Creer que la única razón que tienen las mujeres para abortar se debe a la falta de cuidado, niega la realidad de violaciones a niñas y mujeres.  

“¿Por qué mejor no se operan?”. Bajo esta absurda solución habría que operar a todas las niñas negándoles el derecho a decidir ser madres en el futuro. Quienes proponen esta solución, además de negar la realidad de violaciones, no comprenden que no todas las mujeres que desean interrumpir un embarazo lo hacen porque nunca quieren ser madres. Algunas lo hacen porque no quieren serlo en ese momento o porque ya son madres y han decidido no tener más hijxs.

“¿Por qué no lo da en adopción?”. El embarazo y el parto implica un proceso y una serie de riesgos que las mujeres no deben estar obligadas a pasar. Este pensamiento refleja la idea que se tiene de considerar a la mujer como objeto y no como un ser humano con derecho a decisión. Las mujeres no son incubadoras. Este pensamiento también niega la realidad de niños y niñas que viven en malas condiciones en los hogares, como el caso de las 56 niñas del “Hogar Seguro Virgen de la Asunción”.  

“¿Para qué abren las piernas?”. Esta pregunta, uno de los comentarios más usuales, deja claro que la sociedad considera que la mujer no tiene derecho a disfrutar su sexualidad y que el embarazo y la maternidad son el castigo que debe recibir por hacerlo. También es una pregunta que niega la responsabilidad del hombre.  

“Asesinas de bebés”. Los proyectos de ley para el acceso al aborto tienen un límite de semanas para interrumpir el embarazo. Frases como estas dan muestra de la necesidad de educación sexual para poder distinguir entre un embrión, el feto y un bebé.

Foto: Sororidad Guatemala

El aborto no es un tema ajeno a Guatemala. En la actualidad los abortos ocurren de manera clandestina. La educación sexual no es un tema que debe quedar en el seno familiar, muchas niñas siguen siendo abusadas en sus hogares. Obligar a una niña a parir es obligarla a llevar adelante todo el proceso de embarazo, poner en peligro su vida, limitar sus oportunidades educativas, su proyecto de vida, obligarla a no salir del círculo de la pobreza.

Hablemos de aborto con empatía, cuestionando nuestros privilegios, sin imponer creencias religiosas y sin violencia machista. Quienes luchamos a favor del aborto no te obligamos a hacerlo. Queremos que tengas el derecho a decidir si deseas continuar un embarazo. Quienes estamos a favor del aborto no queremos abortar cada mes, queremos tener esa opción si alguno de los métodos que utilizamos falló y que las mujeres que no pueden acceder a anticonceptivos o son violadas tengan esta opción. Quienes estamos a favor, creemos que la maternidad debe ser deseada y que los hijos e hijas no deben ser considerados un castigo. ¿Te da miedo que se apruebe el aborto? Imagina cómo sería nuestro país si todas las maternidades fueran deseadas.


[1] https://osarguatemala.org/embarazos-y-registro-de-nacimientos-de-madres-adolescentes-ano-2019/

[2] http://www.svet.gob.gt/estadistica

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