Por: Maria De los Ángeles Yaque Aguilar
En la comunidad el Tarral, Guanagazapa, Escuintla se llevó a cabo el 9 de septiembre de 2019 un proceso de formación para jóvenes, adultos y ancianos. El estudio se dividió en seis módulos: organización comunitaria, educación popular, derechos específicos de las mujeres, medio ambiente, gobernanza, tendencia y gestión de la tierra desde una perspectiva comunitaria.
Al inició se identificó, desde las prácticas cotidianas, los fenómenos sociales y naturales en la población, las formas ancestrales de pensar, nuestro ambiente, tanto en lo personal como en lo colectivo. La conclusión en esta parte fue que la educación debe de nacer de nuestras experiencias.
Desde una educación libertadora se ve el mundo en que vivimos como un espacio que se puede transformar, a partir de nuestra acción y reflexión. Por eso la importancia de la educación popular, que fortalece y fundamenta la organización desde el corazón. Este proceso no se terminó con el taller, por ello, las acciones que fluyen, en el contexto en que nos vamos desenvolviendo, son las acción permanente que permiten los cambios constantes.
El desarrollo de nuestros conocimientos es fundamental en los procesos de buen vivir de las personas que vienen de las comunidades, es un acto de conciencia que nos ayuda a entender más allá de lo personas , este hecho nos permite conocer como este compuesto este sistema.
Esta actividad fue planificada y llevada a cabo por la organización de Foresteria Comunitaria de Guatemala (Utz Che’). El objetivo de los organizadores fue transmitir el mensaje de que el proceso de formación es de cada una y cada uno de nosotros, no es un solo salón, un solo lugar, y no sólo durante los días del módulo, sino entre taller y taller, en los lugares donde nos encontremos, según las ganas que le pongamos. Es un planteamiento de reflexión y se vuelva una nueva práctica, reflexionando y volviendo a la práctica, mencionoóel facilitador del proceso.