Por Ramiro Mac Donald*
Colaboración especial para Prensa Comunitaria
30 de julio 2019
Este es el momento en que el Ministro de Gobernación de Guatemala, Enrique Degenhart, detiene el documento que ha firmado en la Casa Blanca, en la Oficina Oval. Uno de los centros de poderes mundiales, donde tiene su despacho el presidente de los Estados Unidos de (Norte) América. Al haber signado en nombre del Gobierno de Guatemala, un oscuro, inconsulto e imposible de cumplir acuerdo, el ministro guatemalteco literalmente entregó la soberanía del país centroamericano.
La descripción analítica de la fotografía incluye la pose de los protagonistas. Es muy simbólico el lugar seleccionado para el efecto. Con la mirada escrutadora de dos personajes: el primero, Abraham Lincoln un prócer de la libertad y presidente de dicho país, testigo mudo desde un cuadro, observa el acto. El segundo personaje, está de pie, mirando fijamente, y es el centro políticamente hablando del acto: el presidente Donald Trump, que está observando con una mirada policiaca el acto de la firma y durante todo esos minutos previos y posteriores, se estuvo pavoneando alrededor de su secretario y el funcionario guatemalteco. Los otros dos protagonistas permanecen sentados, sumisos, como posando para la fotografía, deteniendo el documento firmado…. enseñándoselo al “jefe” de la Casa Blanca.
Casa Blanca. Los gestos de los protagonistas son también simbólicos. Los tres muestran tensión, no están tranquilos ni naturalmente colocados. Una corriente eléctrica gravita por toda la fotografía. Hay una emisión de tirantez ¿Tal vez porque saben que están firmado sin fundamento legal? Trasciende cierta desazón e intranquilidad entre todos. Sus rostros los delata: hay ansiedad, marcada por la dureza de sus gestos. En especial el funcionario norteamericano (Kevin Mcaleenan) que es el más tenso de los tres.
En una lectura semiótica (o sea de significado) podría decirse que la fotografía es un instante más que incomodo. Pues representa un momento de incertidumbre sobre lo que puede pasar después de la firma del documento, que el gobierno norteamericano define como de un acuerdo para el asilo (y califica como que Guatemala se ha convertido con esta firma en un Tercer País Seguro) y el gobierno guatemalteco le resta toda importancia al término, incluso descalifica al propio presidente Trump… en una actitud inusitada.
La foto registra ese instante de la victoria del presidente norteamericano, al haber sometido a un pequeño país como Guatemala a sus caprichos electorales. Es seguro que el mandatario norteamericano conoce de la debilidad y la poca fortaleza política que posee el actual presidente Jimmy Morales y un par de tuits fueron suficientes para que su ministro Degenhart saliera disparado a firmar este acuerdo, por el cual pasará a la historia por haber entregado la soberanía (en forma ilegal e inconsulta) del futuro del Estado de Guatemala.
* Periodista, semiólogo y analista guatemalteco.
