Por Nelton Rivera / Fotografías por comunitarios.
Las autoridades kaqchikeles de las doce comunidades de San Juan Sacatepéquez, salieron de nuevo a manifestarse en contra de la empresa Cementos Progreso. Resulta que la cementera no les permite circular libremente por la carretera comunitaria, única vía de comunicación entre las comunidades. Incluso pavimentaron su propia carretera sobre los caminos comunales.
“Nos robaron una parte de nuestro camino, ya pavimentaron. Eso es lo que nosotros no queremos, la comunidad está en desacuerdo, porque los caminos ancestrales los desaparecieron, todo lo cerraron, todo nos lo robaron.” Afirmó una de las autoridades.
Las comunidades realizaron una multitudinaria marcha esta mañana. Comenzó a dos kilómetros de la planta de cemento. A las 12:00 horas llegaron frente a la empresa Cementos Progreso, ahí se concentraran durante varias horas y van a realizar una asamblea para decidir qué medidas tomar.
Fueron llegando una tras otra, frente a la mirada de los trabajadores cementeros. El ruido de los camiones de remolque se escuchaba mientras la gente iba caminando. El paisaje es desolador. En donde existieron montañas y bosques milenarios ya no queda nada.
Este jueves 27 de septiembre, las comunidades marcharon hacia el puente Las Margaritas, frente a la finca en donde se construyó la Planta San Gabriel: “estamos exigiendo que liberen a nuestros caminos, por eso estamos las doce comunidades manifestando sobre el puente”, manifiestan,
Cierto día desaparecieron el camino comunal, de la misma manera como lo hicieron con las tierras por donde pasó el Anillo Regional, una carretera con inversión del Estado y la empresa, que dijeron sería de uso de miles de personas de San Juan Sacatepéquez, Santo Domingo Xenacoj, Chimaltenango y la capital; cosa que no es así.
Esta vez los comunitarios en San Juan Sacatepéquez denunciaron que la carretera es de uso privado de los camiones y vehículos de la empresa. Ellos no pueden circular sobre esta carretera, pero tampoco les permiten usar la carretera comunitaria que sí les pertenece.
Cuando comenzó a construirse la Planta San Gabriel —una de las mayores plantas de producción de cemento y extracción de minerales de la región mesoamericana—, las doce comunidades se opusieron de forma pacífica. La respuesta de la empresa y el Estado fue la represión y la cárcel para los dirigentes.
Todo esto ha ocurrido con total impunidad, a escasos kilómetros de la ciudad capital.