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Por: Rony Morales
Luego de sesenta días de trabajar en la granja integral K’opan Ch’orti, en Río Dulce, Izabal, la madre tierra da la oportunidad a los comunitarios de sembrar maíz de tres colores (blanco, amarillo y negro), frijol, perome, ayote, canavalia, alverja, tecomate, barco, chatate, papaya, camote, platano, coco, rambutan, naranja, mazapán, aguacate, izote y caña.
Las plantas dan de comer productos frescos, que salen desde la parcela al mercado campesino, sin pasar por intermediarios, de esta manera se rompe con la mediación en un país donde el acaparamiento es una práctica constante y dañina para los precios. Sin intermediario se permite construir autonomía entre las familias y su producción.