Por Sergio Valdés Pedroni
Dos de los mejores regalos que he recibido en mi cumpleaños: la condena de 4 militares responsables de la desaparición forzada de Marco Antonio Molina Theissen y los mensajes de afecto procedentes de distintas latitudes de la geografía y del tiempo.
Gracias a esto emprendí desde temprano una nueva carrera por mi memoria y por la historia del país, para recordar que sólo perseguíamos que la vida no se volviera contra la vida. Y que no se trata de sacar a luz vestigios aislados y dolorosos del pasado, ni de recorrer con nostalgia las edades tempranas de nuestra biografía sino de hacer justicia y de vivirla cada día, para seguir acariciando con pasión el cuerpo del presente y el porvenir.
Gracias a la vida, a quienes luchan por la verdad y a ustedes, sin cuyo afecto no podría resarcirme de mis propias traiciones y derrotas (daría lo que fuera por recibir esos abrazos en forma tangible).