Créditos: Ecocidio en el Río La Pasión, 2015.
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Por: Elmer Ponce y Nelton Rivera

Los empresarios nuevamente vuelven a cometer un desastre natural, ésta vez se registró nuevamente sobre las aguas del Río La Pasión en el departamento de Petén.

La empresa productora de Palma Africana Reforestadora de Palmas de El Petén (REPSA), derramo irresponsablemente aguas contaminadas por Plugicida Malation, esto fue confirmado a través de un informe realizado por el Ministerio Público que a través de los primeros estudios realizados sobre las aguas del río y animales muertos.

Representantes de las comunidades a la orilla del Río La Pasión al ver a miles de peces, cangrejos y tortugas muertos denunciaron inmediatamente que la empresa había cometido otro derrame de químicos nuevamente sobre las aguas del Río La Pasión en Sayaxché Peten.

Representantes de las comunidades manifestaron que se conformó una Comisión Municipal para analizar las acciones que se tomaran frente a este desastre natural. También recorrió el área el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

En julio del 2014 el presidente Otto Pérez Molina firmó un pacto de Gobernabilidad entre trabajadores afectados laboralmente por los empresarios palmeros en Sayaxché, el Sistema Nacional de Diálogo y las empresas Nacional Agro Industrial S.A. (NAISA); Reforestadora de Palmas de Petén, S.A. (REPSA); TIKINDUSTRIAS, S.A.; y, Palmas del Ixcán Limitada (PALIXCÁN).

Un año después una de estas empresas palmeras provoca uno de los más graves daños a la naturaleza en el departamento. Don Carlos Mucú representante comunitario manifestó que no es la primera vez que ésta empresa genera problemas con las comunidades, todo el tiempo se está afectando el aire, se expande un olor fétido desde la empresa afectando a las comunidades Tucán, La Torre y Santa Rosa.

En Nicaragua hay una fuerte oposición a la producción del monocultivo de la Palma Africana precisamente por la utilización industrial de agro tóxicos que afectan directamente la tierra y el agua, pero al mismo tiempo están dañando seriamente la salud de las y los trabajadores provocando serios casos de enfermedad por Insuficiencia Renal Crónica (IRC).

 

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