Por: Patricia Cortez Bendfeldt
Después de mucho preguntar nadie supo decirme en que “se excedió” Velásquez, sin embargo, Iván nunca ha sido el tema
Tenemos un gobierno representativo, eso significa que el presidente no debe actuar por sí solo, él es únicamente la cabeza visible de un grupo que fue elegido de manera democrática y que comparte poderes con el legislativo y el judicial, el presidente no es un “rey” soberano que hace lo que le da la gana.
Un presidente no debería actuar a la sombra, y debe informar a la población (quien lo eligió y a quien representa) sobre sus acciones y los motivos que la dirigen, el congreso y las cortes pueden o no estar de acuerdo con lo que dice el presidente (y el pueblo también, por eso es democracia y no autocracia)
En contexto: no se trata de “sacar” a alguien que le cae mal al presidente sólo porque si, se tuvo que haber explicado al pueblo las razones, y, siendo un empleado al que se le invitó a venir y no pagado por el estado de Guatemala, se debe respetar el convenio por el cual vino y hacer el proceso: transparente y legal (aun cuando no sea legítimo)
La corte no decidió que “Iván se queda” decidió que el proceso por el cual se le pide que se vaya no es el adecuado y, si el presidente y EL PAÍS LO DESEA, puede volver a intentarlo, agotando las instancias y contando con el apoyo del gabinete. (Idealmente, de los tres poderes)
No se engañen, si querían elegir a un soberano, este no es el país, la representatividad tiene sus problemas y uno de ellos es que las decisiones pueden no ser del consenso de todos y que, en un esquema legal: deben respetarse las formas.