Por: Quimy De León y Lucía Ixchíu
Fotos: Lucía Ixchíu y Nelton Rivera
Hay un museo en el Centro Histórico de la ciudad de Guatemala en dónde se encuentran los restos de Amancio Villatoro, quien fue desaparecido por el ejército como consta en el diario militar. Hoy cumple cinco años de haber sido abierto al público y la familia organizó una actividad junto a otros familiares de personas desaparecidas.
También hay una exposición fotográfica de Mauro Calanchina que muestra las luchas, movilizaciones y acciones de los movimiento sindical, estudiantil y popular de finales de los años setenta y ochenta. Un acto emotivo que aporta a la memoria del país. Para que que no se repita.
La familia de Amancio Villatoro decidió impulsar el proyecto de un museo que no permita que la historia se olvide. Para llegar hasta él basta con dirigirse hasta la primera y segunda avenida con primera calle de la zona 2, cerca del Instituto Normal para Señoritas Centroamérica – INCA.
Amancio Villatoro formó parte de las Fuerzas Armadas Rebeldes –FAR-, una de las principales organizaciones revolucionarias. También era dirigente de la Central Nacional de Trabajadores –CNT- y del Comité Nacional de Unidad Sindical –CNUS- al momento de su desaparición.
La mañana del 30 de enero de 1984, Amancio salió de su casa en la colonia Primero de Julio en Mixco, llegó al centro de la ciudad y cuando transitaba por la calle de la “Laguna” sobre la Segunda Avenida y 15 calle de la zona 1, fue interceptado y detenido-desaparecido.
Después de muchos años de búsqueda, los restos de Amancio fueron encontrados el día 3 de septiembre de 2003 a dos metros con veinte centímetros de profundidad. Apareció junto a los restos de cinco personas más: Moises Saravia López, Sergio Saúl Linares Morales, Juan De Dios Samayoa, Hugo Adail Mérida, Zoilo Canales Salazar –la identidad de este último fue dada a conocer el 30 de enero del 2014.
Si usted quiere conocer este museo, puede ir hacia una de las esquinas del parque El Sauce, donde está la casa 1-53 de la primera calle. Como otra cualquiera, la abre un portón corinto ancho y tiene el techo de dos aguas. Pero de común esta casa no tiene nada: en ella se da la cotidianidad del trabajo de la Fundación de Antropología Forense de Guatemala –FAFG-, quienes le dieron espacio al Museo de los Mártires del Movimiento Sindical, Estudiantil y Popular, que se abrió el 30 de enero del 2012, el mismo día en que en el año de 1984 desaparecieron a Amancio Samuel Villatoro.