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Créditos: Internet.
Tiempo de lectura: 3 minutos

Por Pablo Rangel

Desde que se supo cuáles son los partidos que pasaron a la segunda vuelta electoral se ha desatado una guerra de callcenters (espacios virtuales donde cada partido tiene un buen número de perfiles falsos en las diferentes redes sociales y apoyan a sus candidatas y candidatos). Creo que a muchos no nos ha tomado desprevenidos y hemos sabido determinar cuándo un perfil es falso o cuando quien habla es un partido político, en esos casos, no le ponemos atención. No obstante, la virulencia con la qué algunos callcenters responden y la presencia masiva de los mismos nos llevan a preguntarnos ¿cuál es el objetivo de dar vítores o de ganar peleas en los espacios de comentarios de las diferentes páginas de periódicos, radio emisoras o televisoras?   Por aquí va aflorando el sentido de este trabajo. El “target” de los callcenters no es el voto de la gente que otorga al menos una hora de su día a las redes sociales para leer documentos o informarse de los últimos acontecimientos. El objetivo de estos centros es la persona con criterio poco informado, que no entra a las redes sociales muy seguido y además, que cree los rumores o comentarios que hacen otras personas. Aquellos que dicen “es que en las redes están diciendo que…” , y además lo dan por verdad absoluta o al menos hasta que alguien más los cuestiona. Todos conocemos al menos una persona que dice “es que había un meme diciendo que …me dio risa, pero es la verdad…hay gente con una chispa increíble”. O a veces hay personas que dicen cosas como “es que no puede ser un mal comentario porque tiene una foto de Jesús en su perfil”. 

Una de las premisas de la propaganda es la de repetir incesantemente una frase o slogan, de esta forma se logra sembrar en el inconsciente de las personas determinada información, o por otro lado, se da el efecto demostración o imitación, principalmente en las personas más jóvenes que aun no tienen recursos para poner barreras a la manipulación.

Para concretar, en esta segunda vuelta se han visto varios mensajes de contenido moral que por simples son entendidos fácilmente pero también son rechazados por las personas con mayor conocimiento. Tal es el caso de la estrategia planteada por las y los seguidores (callcenter o personas reales) del FCN. En sus mensajes se lee el trasfondo “nosotros somos los buenos, ella es la mala”. “Jimmy es inocente, ingenuo, bueno e infantil, mientras que ella es una mujer astuta, corrupta y asesina.” Pensando un poco más allá, se reproduce la escena del pobre niño maltratado por la mala madrastra, pero este, como Pulgarcito, a pesar de ser pequeño puede luchar para rescatar a todo el país. El climax de la infantilización fue la presencia del trencito del FCN recorriendo las calles de Guatemala.

Por otro lado, desde el callcenter de la UNE también se ha planteado un mensaje, aunque su contenido moral no es tan fuerte y requiere un poco más de comprensión “Jimmy es el títere de los militares, por las personas que están detrás de él, él en sí es un incapaz y Sandra es una mujer con experiencia y amor por Guatemala.” En este mensaje el guión del lobo con piel de oveja o del caballo de Troya es la clave. El títere es solo un ardid para engañar a los más ilusos y dar entrada a quienes tienen intereses aviesos sobre la sociedad, mientras tanto ella con la UNE rescata a Guatemala. No de balde una de las palabras que más se repite en la campaña de Sandra es “oportunidad”, eso es lo que están pidiendo, otra oportunidad, ¿para qué? no les podré responder, mejor vean el plan de trabajo.

Ambos planteamientos, por cándidos o serios que parezcan son dañinos para la sociedad guatemalteca, ambos son una contribución indiscutible a la prolongación de la ignorancia colectiva.

Como he recomendado desde el inicio de esta campaña, si pueden bloquear todos los callcenters o perfiles falsos háganlo, por higiene mental es más conveniente no exponerse. Después busquen información seria y fiable para ejercer su voto. Hace años la campaña negra era mal vista. Para quienes tengan memoria, la campaña negra de Jorge Carpio Nicolle para segunda vuelta en contra de la Democracia Cristiana de Vinicio Cerezo, fue una de las claves para que perdiera. Carpio señalaba a Cerezo de ser parte de la guerrilla. La campaña de Carpio, impecable y novedosa se vio eclipsada por esa mala práctica política.

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