Caída de Boluarte y el Pacto mafioso y asesino en el Perú

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Créditos: Redes sociales
Tiempo de lectura: 6 minutos

 

El 9 de octubre, al filo de la media noche el congreso votó la vacancia de Dina Boluarte. En realidad, se vio obligado a hacerlo, pues la casi totalidad de los grupos parlamentarios que la sacaron del cargo fueron sus aliados y cómplices, desde que Pedro Castillo fue destituido en diciembre del 2022.

Por Juanca colectivo de educación popular la 🐌 caracola

1.- “Esta democracia ya no es democracia,

Dina asesina el pueblo te repudia.

¿Cuántos muertos quieres para que renuncies?

¿Cuántos muertos quieres para que renuncies?

Dina asesina, el pueblo te repudia”

Así dice la letra de una canción popular que nació en el sur andino y en Puno luego de las masacres de fines del 2022 e inicios del 2023 y que marcaron el inicio del gobierno de la hoy destituida Dina Boluarte. https://www.instagram.com/reel/CnXV4SaDo39/

 

Banda en Puno toca “esta democracia ya no es democracia”.

13 de enero de 2023

La destitución de Pedro Castillo, quien condujo un precario gobierno con afanes progresistas, de 16 meses (2021-22), generó una oleada de protestas populares, especialmente en el sur andino, las cuales fueron literalmente aplastadas con extrema brutalidad por el ejército y la policía ocasionando la muerte de 50 personas y cientos de heridos, detenidos y criminalizados. Para millones de peruanos su destitución más allá de sus evidentes errores y defectos fue la demostración del racismo de las clases dominantes que nunca aceptaron que alguien como él, que no habla el castellano prestigiado de élites, que no tiene su color de piel y que no pertenecía a ninguno de sus dispositivos, espacios y redes, sea parte de un gobierno y pueda expresar con alguna autonomía, a esas multitudes de origen andino y provinciano.

Boluarte, que era la vicepresidenta de Castillo e integrante de un grupo político que se define “marxista-leninista”, una vez en el cargo, fue protagonista de una mutación política e ideológica casi instantánea que la reubicó en la extrema derecha. Empezó así, el gobierno largamente deseado por las derechas y la oligarquía, por el que habían apostado fallidamente hasta en tres ocasiones con su candidata Keiko Fujimori, hija del exdictador Alberto Fujimori.

Las masacres de diciembre 2022 y enero 2023 generaron un profundo temor en los sectores críticos al gobierno, temor el cual sumado a la alta fragmentación del campo democrático-popular, permitió a Boluarte moverse casi sin oposición significativa. De hecho, hace solo unos días, el pasado 25 de setiembre, alardeaba ante empresarios que uno de los logros del país ocurridos durante su gestión, era que los peruanos han aprendido a no protestar masivamente, cerrar carreteras ni a generar caos, como hace unos años. En tono triunfal, agregaba que “Somos un país viable y atractivo para los inversionistas”. El sueño de la derecha y los grandes empresarios estaba hecho realidad y en menos de tres años. No más sobresaltos, de aquí en adelante “cholos e indios baratos”, sumisos y agradecidos.

2.- “Sueldos millonarios para los corruptos. Balas y misiles para nuestro pueblo”

Continua la letra de la canción popular nacida en el sur andino

En este festín restaurador de la colonialidad, lograron ocupar un lugar un grupo de nuevos ricos metidos en política que amasaron fortuna en negocios vinculados al narcotráfico, la minería legal-ilegal y el lucrativo negocio de los colegios, institutos y universidades privadas de calidad paupérrima que cuentan con exoneraciones tributarias y otros beneficios. Allí se encuentran los clanes de los Acuña, los Luna Gálvez y otros de ese tipo, que antes habían sido operadores locales y regionales del fujimorismo, y que asumieron que podían crear sus propias marcas armando redes clientelares y de corrupción que fueron incluyendo jueces, fiscales, policías, militares, periodistas, abogados expertos en defender a delincuentes y políticos corruptos, publicistas, tecnócratas, personajes de la farándula y un largo etcétera.

La vieja derecha oligárquica, que siempre vio con simpatía al fujimorismo, reconoció a estos grupos como sus “innovadores políticos” y aliados, y todos juntos constituyeron el bloque que se consolida alrededor del gobierno de Boluarte y que sectores críticos llamamos el “pacto asesino y mafioso”.

Pero, por un lado, la rabia estaba contenida, principalmente en el sur andino que no olvidaba sus muertos y por el otro, la sensación de triunfo absoluto que los integrantes del “pacto asesino y mafioso” tenían, generó en ellos la creencia que podían cometer toda clase de abusos y actos de corrupción de forma descarada y con total impunidad. Se sucedían las denuncias más increíbles que uno podría imaginar: casos y más casos de niños intoxicados por ingerir alimentos en descomposición en programas de alimentación escolar, congresistas, jueces y fiscales del pacto que habían obtenido doctorados cuyas tesis cuando podían examinarse tenían hasta el 80 % de contenidos plagiados, audios de estos mismos jueces, ministros y funcionarios cerrando acuerdos con prófugos y con todo tipo de delincuentes comunes, ministros justificando o minimizando violaciones y abusos sexuales de cientos de niñas y adolescentes escolares; millonarias contrataciones del estado adjudicadas a empresas cuyos dueños formales a ser vendedores ambulantes o personas indigentes. La otra fuente de malestar creciente es la proliferación incontenible de bandas de delincuentes extorsionadores que amenazan, hieren y asesinan a dueños de pequeños negocios, familias y transportistas. La extorsión que ya hace metástasis en Lima y en el norte del país, engrosa a las imágenes diarias de robos y asesinatos cometidos por asaltantes y sicarios.

De vez en cuando, alguna encuesta advertía que la popularidad del gobierno iba a la baja. En los últimos meses, la noticia reiterada era que Boluarte y el congreso tenían aprobaciones por debajo del 5 % o menos. Todo un récord. Pero el pacto parecía no inmutarse confiando en que los sectores populares bien: 1) han normalizado la violencia estructural y/o 2) han interiorizado el escarmiento sufrido y han aprendido a no protestar y/o 3) no tienen la capacidad para actuar colectiva y masivamente y expresar su rechazo con la fuerza necesaria para remecer al país

3.- La rabia toma cuerpo. El sur andino empata con la generación Z y las huelgas de transportistas extorsionados-asesinados. Setiembre e inicios de octubre

En el extremo del delirio el Pacto aprueba una ley que impone a trabajadores independientes hacer aportes al cada vez más desprestigiado sistema de las AFps. Este hecho enciende la rabia de jóvenes que toman las calles durante tres fines de semana seguidos en lima en setiembre e inicios de octubre. Algunos de ellos se inspiran en la quema del congreso en Nepal. Con ellos convergen transportistas y muchos más.

Y justo hace un día antes de la vacancia un energúmeno de derechas que había llamado a la policía a “meter bala” a los manifestantes en las protestas de 2022 y 2023, se le ocurre ir a Juliaca- Puno, en el corazón del sur andino, de campaña electoral. La gente se enteró, rodeo el local donde estaba y tuvo que salir rodeado de policías entre el repudio popular.

4. La gota que rebalso el vaso. El asalto al concierto de agua marina

El día que vacaron Boluarte, el país amaneció con la noticia del ametrallamiento de la popular banda musical Agua Marina por extorsionadores.

El pacto asesino y mafioso de improviso se dio cuenta que debia dejar caer a dina. Esa misma noche, todos grupos del pacto trataron de lavarse las manos y presentaron mociones de vacancia y con un cininismo colosal la atacaron sin piedad y le bajaron el dedo

5.- Nosotros sabemos que luchar es el camino

El nuevo presidente Jeri, es una joya. Corrupto y acusado de violador, emblema del pacto

 

Ese es el enfoque, las gentes movilizadas botaron a Dina asesina. Ni los opinólogos, ni los caricaturescos partidos argollas, menos los llamados líderes y liderezas. Ahí, personas que ponen el cuerpo y desbordan las miserias de la virtualidad y la representación materializan la rabia y la indignación contra tanto abuso, contra tanta mierda corrupta. La pequeñas pistas y semillas de la transformación están aún y por mucho tiempo en el potencial de la negatividad, en la desobediencia civil, en el pensamiento crítico y el poder destituyente. Botamos a Bina asesina, ahora viene Jeri, otro corrupto del pacto mafioso. El gobierno seguirá siendo un antro de corruptos. ¡¡A seguir movilizándonos y organizarnos por justicia paz y vida!!

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