Desde el 19 de mayo, miles de estudiantes de establecimientos educativos públicos no han recibido clases, debido a la huelga de los maestros del Sindicato de Trabajadores de la Educación de Guatemala.
Por Juan Bautista Xol
En Aguacatán, Huehuetenango, en el noroccidente del país, una maestra decidió seguir dando clases a pesar de las presiones de sus colegas para unirse a la huelga del Sindicato de Trabajadores de la Educación de Guatemala (STEG), dirigida por Joviel Acevedo. Su decisión, dijo, le ha traído intimidaciones de parte de los mismos docentes.
Por esa razón, brindó la entrevista a condición de guardar su anonimato y el nombre del establecimiento educativo donde trabaja.
“La educación no pelea con nadie, lo importante es la conciencia”, señaló en una entrevista vía telefónica.
La maestra de educación primaria dice que su objetivo es llevar el conocimiento a los niños y niñas que la esperan cada día para aprender cosas nuevas, pero que, a pesar de su valentía y la de otros maestros que han decidido dar clases, ha recibido intimidaciones de parte de algunos de sus compañeros que han suspendido las clases por unirse a la huelga del sindicato.
Desde el 19 mayo pasado, maestros afiliados al STEG apoyaron a Joviel Acevedo, un dirigente sindical que llamó a sus integrantes a una asamblea permanente y posteriormente a mantener una protesta que se mantiene en la plaza Constitución, de la capital, desde el 26 de mayo.
Su principal objetivo, es que el Ministerio de Educación (Mineduc) continue con la negociación del pacto colectivo con ese sindicato, el más grande en el sector educativo. También piden mejoras en las carreteras del país y control sobre los precios de los productos de la canasta básica. Eso ha dejado a miles de niños sin recibir clases.
Aunque para quienes se han unido a la protesta, la huelga será para el beneficio de la niñez, desde las redes sociales se ha observado como padres de familia han tomado medidas de hecho ante la ausencia de los docentes en las aulas.
En Chiantla, Huehuetenango, la página K’usal Noticias GT, informó el 19 de junio que padres de familia soldaron las puertas de un establecimiento educativo para no dejar entrar a los maestros ausentes y exigieron al Mineduc que envíe a nuevos maestros que sí quieran impartir clases.

Para la maestra entrevistada es lamentable que la niñez no esté recibiendo clases ya que es un derecho que se vulnera al cerrar los centros educativos y añadió que no existe una buena conciencia de parte de otros maestros.
“Nuestra niñez aguacateca necesita de un aprendizaje significativo, ya que nuestro país tiene uno de los índices más alto en analfabetismo”, agregó.
La satisfacción de ser maestra
En conversación telefónica contó a Prensa Comunitaria que decidió ser maestra porque le gusta enseñar a los niños, y compartir con ellos los conocimientos que ha adquirido en varios espacios.
Su vocación como docente es impulsar la educación de la niñez, especialmente en donde ella imparte clases, “bajo la lluvia y las barreras y los obstáculos que atraviesen en mí camino, yo siempre asistiré a impartir clases a mis alumnos”, indicó.
Su objetivo es ver a sus alumnos, que anhelan ser doctores, maestros, enfermeros, cumplir sus sueños. Añadió que una de las alegrías que ha recibido durante su experiencia como maestra es ver la sonrisa en los rostros de los niños cuando leen sus libros.
A pesar de la ausencia de maestros en varios centros educativos, en las escuelas de las comunidades como El Manzanillo, Juan Diéguez aldea la Barranca, Chikanakab, Chuchuj, Cruz Chex, de Aguacatán, Huehuetenango, algunos docentes han decidido seguir con las clases.
En otros municipios como Santa Eulalia, Huehuetenango, los establecimientos públicos cerraron desde el 20 de mayo y los estudiantes tampoco han recibido clases.
Conoce más:
Más de un mes sin clases
La ausencia de los maestros en las aulas escolares ha dejado más de 300 mil estudiantes en cinco mil escuelas sin clases desde el 19 de mayo.
Este 24 de junio, el Juzgado Quinto Pluripersonal de Trabajo y Prevención Social, resolvió una acción promovida por la Procuraduría General de la Nación (PGN) contra la suspensión de clases impulsada por el STEG que ha llamado a una asamblea permanente, una figura que señalan no aparece en la legislación vigente.
La sentencia ordena al Comité Ejecutivo Nacional del STEG y a sus dirigentes a dejar sin efecto la convocatoria.