El joven Q’eqchi´ salió a trabajar cuando escuchó los gritos de auxilio. Por su pronta acción se logró rescatar a nueve de las 11 personas que viajaban en una embarcación el Jueves Santo en Livingston, Izabal.
Por Prensa Comunitaria*
La noche del Jueves Santo en cercanías de las playas Quehueche y Siete Altares, en Livingston, Izabal, una embarcación con 11 personas a bordo naufragó.
Esa noche, Mario Cuz, un joven Q’eqchi’, originario de la comunidad de La Guaira, cercana a Siete Altares, salió hacia su trabajo con una lámpara en mano como lo hace todos los días que camina por la orilla de la playa para llegar al puente de Quehueche para dirigirse al centro del pueblo.
Durante su recorrido escuchó gritos de personas que pedían auxilio. Cuz, narra conmocionado que escuchó los gritos y se lanzó al mar para rescatar a un hombre quien le pidió que le ayudara a rescatar a su familia. “Alumbré y les mostré a los de la marina por donde había rescatado al señor y ahí pudimos rescatar a los otros”, indica Cuz.
La corriente marina estaba muy fuerte esa noche y el lugar donde ocurrió el percance está a unos siete metros de profundidad.
“Intenté dar primeros auxilios al niño de dos años, pero ya no pude hacer nada, ya no tenía signos vitales, no pude salvarlo…”, narra el joven Q’eqchi’ con voz quebrada y rompiendo en llanto al recordar cómo fue el rescate.
En el percance perdieron la vida Eliana Yac, de 56 años y su nieto Jhosman Josibel Paz García, de 2 años y 7 meses y se salvaron nueve personas quienes recibieron apoyo de las autoridades de la marina, como narró el joven comunitario.
Los integrantes de su comunidad agradecieron y felicitaron a Mario Cuz por su valentía, así como muchas personas en redes sociales le expresaron su admiración por su agradecimiento a un acto heroico en la que salvó nueve vidas.
“Al mar se le respeta”
El Comando Naval del Caribe realizó el rescate gracias a Mario Cuz que pudo guiar a la marina y a los lancheros y comunitarios que se organizaron para apoyar en la búsqueda de los desaparecidos.
Uno de los familiares narró que habían pedido al lanchero que parara el recorrido porque se sentían inseguros de navegar por la noche y con la corriente muy pesada. “Al mar se le respeta, máximo navegar en la noche”, indicó el dirigente comunitario Emilio Pitán.
La familia que naufragó se encontraba de visita en el lugar y todos son originarios de la ciudad de Guatemala, informaron las autoridades.
*Con información de Alva Batres
