La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) desactivó su sitio web y su perfil en X, en medio de una fuerte crisis sobre la readecuación de la cooperación internacional norteamericana.
Por Prensa Comunitaria
Sin publicar una justificación, la plataforma digital de USAID desapareció del ciberespacio y su cuenta en la red social de Elon Musk sufrió el mismo desenlace. La agencia federal está en crisis desde el ascenso de Donald Trump como presidente de EE. UU.
Un reporte de The Guardian explicó que la nueva administración estadounidense trabaja para poner a esta agencia bajo el control del Departamento de Estado, incluyendo su presupuesto que alcanza los US$42,800 millones.
Por aparte, NBC News dijo que la última semana cientos de empleados y contratistas de USAID fueron despedidos o suspendidos, mientras que decenas de decenas de directivos de carrera han sido apartados de sus puestos de trabajo.
Incluso, según este último portal de noticias, las misiones de Estados Unidos en el extranjero han quedado paralizadas. De hecho, múltiples organizaciones han anunciado la detención de sus proyectos hasta nuevo aviso.
Todo esto concurre producto de una orden ejecutiva emitida por Trump el 20 de enero pasado. En esta, el mandatario pausó por 90 días la asistencia para el desarrollo exterior de Estados Unidos, con el fin de evaluar su “eficiencia” y “coherencia”.
“Es política de Estados Unidos que no se desembolsará más asistencia exterior de una manera que no esté totalmente alineada con la política exterior del presidente”, declaró el gobernante norteamericano.
En esa línea, el secretario de Estado, Marco Rubio, suspendió toda la asistencia exterior estadounidense financiada por medio de su departamento y por USAID. De esa manera, empezó la revisión de todos los programas de ayuda exterior.
Estos se pueden reactivar antes de que finalicen los 90 días, pero dependen de los resultados de la evaluación que debe hacer Marco Rubio o su designado y el director de la Oficina de Administración y Presupuesto.
El secretario de Estado, expuso que cada programa que financian debe responder a tres preguntas: ¿Hace que Estados Unidos sea un país más seguro? ¿Hace que Estados Unidos sea más fuerte? ¿Hace que Estados Unidos sea más próspero?