La producción a gran escala podría traer consecuencias medioambientales como la erosión de los suelos y la deforestación, se advierte junto al anuncio de Estados Unidos de abrir su mercado para los aguacates de Guatemala. Los principales departamentos productores de aguacate son: Chimaltenango, Sacatepéquez, Guatemala, San Marcos, Quetzaltenango, Totonicapán, Huehuetenango, Quiché, Alta Verapaz, Jalapa y Chiquimula.
Prensa Comunitaria
La exportación de aguacates de Guatemala hacia Estados Unidos es una oportunidad nueva de mercado en donde la previsión es atraer inversión y empleo. Al menos es lo que se esperaría de posicionar un nuevo producto en el mercado anglosajón.
La producción de la fruta de origen mesoamericano para su exportación tendría que convertirse en un monocultivo como ha pasado en otros territorios latinoamericanos, sin embargo, la principal advertencia es que podría provocar la degradación del suelo por la deforestación. El ejemplo más cercano es México, uno de los principales proveedores de esta fruta al mercado estadounidense.
De acuerdo con un reporte de Mongabay, en el estado de Jalisco, en el occidente de México, cada 75 segundos un árbol es derribado de forma ilegal para dar lugar a plantaciones de aguacate. Se calcula que a ese ritmo la deforestación alcanzará 1,050 hectáreas de árboles taladas. Entre otros riesgos, como que las grandes explanadas estén en control del crimen organizado.
El aguacate o palta, como se le conoce en el continente, tiene un alto valor nutricional al igual que el monto de su factura que para 2030 se estima que ascienda a US$26 mil millones.
El Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA) tiene un registro de 80 fincas productoras, aunque “aún no es el dato oficial”, responde su unidad de comunicación vía escrita.
“El registro oficial será a partir de la firma para exportar, así como la cantidad de producción de cada una de las fincas. Por ahora solo existe un listado que se monitorea desde octubre de 2020”, agrega en su respuesta.
El Comité de Aguacate de la Asociación de Exportadores de Guatemala (Agexport) tiene registros de que son aproximadamente 13, 217 hectáreas sembradas, datos que se tomaron de la FAO (un organismo de la ONU) en 2022, y del total 5,600 son de tipo Hass, el más demandado en Estados Unidos.
La fruta crece en lugares tropicales como México y Guatemala, por lo que la plantación ha sido limitada. La alta demanda de los últimos años ha hecho que se extienda a otras regiones y ha alcanzado una superficie de cosecha cercana a las 900 mil hectáreas a nivel mundial.
Las plantaciones en Guatemala han ido en aumento, y este año se calcula que pueden llegar hasta 15 mil hectáreas. “Muchas de ellas no se establecieron bajo criterios estrictamente técnicos sobre las condiciones agroecológicas en las que se podría establecer. Cada una de las fincas productoras debe tomar en cuenta temperaturas apropiadas para el aguacate, la altitud, la precipitación, todas esas condiciones agronómicas deben respetarse”, explica Fernando Zuloaga Albarrán, vocero del Comité del Aguacate.
En el mundo se producen más de 8.6 millones de toneladas métricas, al menos era la cifra oficial en 2022. México es el principal productor, con 2.5 millones de toneladas métricas y el 73% se produce en Michoacán, una tierra señalada por estar cooptada por el narcotráfico.
Colombia se ha convertido en el segundo mayor productor de aguacate con una producción cercana a las 980 mil toneladas métricas, según estimaciones de la FAO. A la lista se suma Perú con una producción superior a las 911 mil toneladas.
Todos venden a Estados Unidos porque el consumo se ha duplicado, pasando de 597 mil toneladas métricas en 2010 a 1.47 millones en 2023. Es el país con la más alta importación en el mundo.
Es por eso que el anuncio que hizo el embajador de Estados Unidos acreditado en el país, Tobin Bradley, en febrero de este año, de estar en el Super Bowl 2025 con el guacamole hecho con aguacates guatemaltecos entusiasmó a los productores, pero deberá pasar aún por varios procesos. “El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) publicará en el Federal Register (el diario oficial de los Estados Unidos) el Aviso Final (anuncio de APHIS) que permite la importación de aguacates Hass de Guatemala a los Estados Unidos si cumplen con los requisitos sanitarios y fitosanitarios, una meta desde hace 30 años”, se informó en un comunicado oficial de la embajada de Estados Unidos en Guatemala.
Desde Agexport se explica que ya se finalizó con el Plan Estratégico Nacional del Aguacate de Guatemala por el Proyecto ATraCSI de USDA (Departamento de Agricultura estadounidense) y se están implementando las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) en fincas de aguacate nacional. “Tengo entendido que son un par de fincas que podrían empezar a enviar”, afirma alguien cercano al sector quien asegura que no es tan fácil cumplir las expectativas de llegar a otros mercados.
La promesa del Super Bowl es muy atractiva ya que ha provocado un crecimiento de las exportaciones de México. Solo en esta temporada se han importado hasta 130 mil toneladas métricas.
Competir con gigantes posicionados no debería considerarse una desventaja, asegura Zuloaga pues los productores guatemaltecos tienen años preparándose para el momento del primer envío.
Los principales departamentos productores de aguacate son: Chimaltenango, Sacatepéquez, Guatemala, San Marcos, Quetzaltenango, Totonicapán, Huehuetenango, Quiché, Alta Verapaz, Jalapa y Chiquimula.
Riesgos para un monocultivo
El modelo del monocultivo de nuevo trae a la conversación el tema agrario, el bien común, el despojo de tierras y las debilidades de las cadenas productivas, subraya el economista Edgar Balsells en su columna “Y se viene el modelo aguacatero exportador”.
Balsells en su columna sugiere que los Congresos que se han realizado sobre este tema debería también abordar las temáticas mencionadas en “busca de los correctivos necesarios y la ansiada planificación agropecuaria e industrial”.
Entre las principales discusiones que gobiernos, productores y exportadores deben abordar son los peligros de la producción a escala por el uso intensivo de la tierra y las altas cantidades de agroquímicos que causan la erosión de los suelos, lo que ha pasado en otras latitudes.
Otra de las anotaciones que realiza el economista es que, con el cultivo del aguacate, hay que tomar la estacionalidad del trabajador agropecuario. Según las cifras del CABI, hoy se generan 6,575 empleos directos e indirectos.
“Durante la temporada de cosecha, aumenta el reclutamiento y el empleo, mientras que el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) ni siquiera se ha molestado mínimamente en hacer efectiva una Resolución de Junta Directiva que obliga a abordar a fondo esa irregular forma de contratación semiestacional”, agrega Balsells
El agua
Entre los riesgos medioambientales que se han señalado en diversos estudios para los monocultivos está el uso del agua. De acuerdo con Zuloaga, debe haber planeación tomando en cuenta que se tendrá que invertir en sistemas de riego para crear un balance hídrico.
En México, explica, se ha trabajado en diversos sistemas, pero en el caso de Guatemala deberá tomarse en cuenta la altitud, la zona de precipitación, las características del suelo y muchos deberán implementar sistemas de riego para ver la productividad de sus zonas de cultivo. “Hay fincas pequeñas que producen ocho toneladas, pero hay otras que han logrado un promedio entre 30 y 28 toneladas”, agrega.
De acuerdo con el experto, para el agua pueden ser reservorios o captación de agua. El riego por goteo, aspersión, microaspersión, entre otros sistemas deben tomarse en cuenta lo que significa una inversión para los productores que quieran exportar.
En el caso del aguacate, según el portavoz del comité exportador, la estructura productiva no es de grandes plantaciones como la caña, palma o banano. Son las fincas que se van organizando. En México, por ejemplo, se reagruparon áreas de propiedades rurales que permitieron establecer unidades productivas.
En el comunicado oficial de la embajada estadounidense también se advierte de los riesgos por lo que subraya que el “gobierno de los Estados Unidos conversó con la Asociación de Productores de Aguacate (ANAGUACATE) y el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA) sobre el uso responsable del agua y la prevención de la deforestación en las áreas aptas para el cultivo de aguacate”.
¿Y los beneficios?
Hasta hoy la exportación es de aguacate procesado bajo las presentaciones de guacamole, chunks, pulpa, entre otros productos a mercados como Países Bajos, Reino Unido, España, Alemania, Francia, Canadá, Costa Rica, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Panamá y Estados Unidos.
Según Agexport, la facturación ha alcanzado los US$15 millones 889 mil 707 con un crecimiento del 33%.
Las proyecciones para el primer envío de aguacate Hass, según la propuesta proyectada por el MAGA y la industria enviada al USDA es de 15 mil 552.80 toneladas métricas y aún no se calcula el monto de divisas a percibir por la primera exportación de aguacates de origen guatemalteco.
Con base en las proyecciones de exportación del MAGA, el USDA estima que las exportaciones iniciales de Guatemala hacia los Estados Unidos pueden ser alrededor de 1,700 toneladas métricas, con un valor aproximado de US$14.5 millones.
Si la producción incrementa anualmente, se estima que las exportaciones podrían superar 15 mil toneladas métricas en 2030 con un valor aproximado de US$45 millones. También se espera un aumento de empleos formales, desde los 13 mil. “Ofreciendo mejores oportunidades en comunidades locales y alternativas a la migración irregular”, indica el comunicado estadounidense.