Elevar un globo al cielo para comunicarse con sus seres queridos que han partido del mundo terrenal, es parte de las tradiciones en San Juan Comalapa, Chimaltenango, la cual nació de una historia de amor.
Por Prensa Comunitaria
Con información de Joel Solano
En la década de 1950, dos jóvenes se enamoraron, Valerio Otzoy y María Juana. Ella falleció al poco tiempo de iniciar su noviazgo debido a una grave enfermedad. Su amado quedó devastado.
En medio de la tristeza que sentía, Valerio tuvo un sueño en el cual se le revelaba que un grupo de personas elevaba globos de colores y servían para enviar mensajes a los seres amados que habían fallecido.
Así fue como comenzó a elaborar globos para materializar aquel sueño y para honrar la memoria de su amada María Juana le colocó su nombre a uno de los globos que elevaría al cielo.
La respuesta la volvió a encontrar en un sueño en el que ella le dijo: “Te agradezco bastante por el detalle, aún te acuerdas de mí y me amas”.
Con el paso de los años, el acto de amor se convirtió en una tradición para San Juan Comalapa, Chimaltenango, municipio de unos 60 mil habitantes que celebra su feria titular en honor a San Juan Bautista. La fiesta comienza el 15 de junio y finaliza el 1 de julio con conciertos, bailes y actividades culturales.
Desde entonces, don Valerio, como era conocido, empezó hacer los globos de diferentes tipos, con el afán de enviar un mensaje a los seres queridos. La tradición tomó lugar para las fiestas de San Juan Bautista.
En la actualidad, algunos vecinos describen que por esta tradición el municipio tiene un colorido único. Aquellos que han perdido a un ser querido elevan sus globos de diferentes colores en lugares icónicos del municipio. La mayoría de los pobladores elabora sus globos rojo y blanco, colores que identifican a San Juan Bautista, el patrono.
La festividad atrae la mirada de los municipios vecinos y turistas que llegan a Comalapa para ser parte de esta tradición que reúne a la mayor parte de la población.
Un legado
Hasta la muerte de Valerio en 1990, él era quien se encargaba de realizar esta actividad que ahora se convirtió en una tradición. El legado, actualmente, lo replican el yerno. También forma parte de este evento, Manuel Chicol de la Hermandad de San Juan Cuetero.
Otzoy, les enseñó a sus compañeros los secretos y las técnicas para que aprender a elaborar los globos. Según cuentan sus familiares, su motivación era que cada 24 de junio, día principal para el festejo de San Juan Bautista, se pudiera continuar con la tradición.
Desde entonces la hermandad lleva 30 años realizando esta tradición propia del municipio de San Juan Comalapa.
Lucas Simón Chonay, miembro de la Hermandad de San Juan Novenario, señaló que, con la ayuda de Chicol, continúan con esta tradición, ya que les compartió los moldes para elaborar estos globos, el arte; y enseñanza.

Este legado les ha permitido viajar a otros departamentos para sus fiestas patronales, como Quiché, Huehuetenango, Quezaltenango, los municipios de Santa Cruz Balanyá y Patzún, Chimaltenango para realizar demostraciones de lo que se hace cada 24 de junio en Comalapa.
¿Cómo se elaboran?
Chonay, relató que durante la feria elaboran 36 globos grandes, lo cual les toma cuatro días de trabajo. Son 10 personas los que realizan esta labor, los materiales a utilizar son: papel china, pegamento blanco, alambre, lana y gas, para que se puedan elevar.
Ahora la tradición también la utilizan para enviarle un mensaje de agradecimiento a Dios y al patrono San Juan Bautista “por las bendiciones que se reciben diariamente, por la vida y muchas cosas más, estamos muy felices, por eso continuamos con estas tradiciones”, resaltó.
Carlos Chicol, quien continúa realizando esta actividad, comparte que para ellos es una alegría poder continuar con estas tradiciones, para estas fiestas de San Juan Bautista y con el legado que les heredó como familia, para ellos también es como una forma de comunicarse, con su padre que falleció, hace dos años. “En el momento que se eleva un globo representa comunicarnos directamente con él. Como él lo hacía, solo nos quedan recuerdos y el compromiso de continuar como familia la tradición. Que esto no muera, sino que se enraíce entre nosotros para que lo continúen las nuevas generaciones”, expresó.
