Los artesanos de la localidad reportaron que durante este año bajaron sus ingresos. Las personas ya no están comprando igual debido al aumento en la canasta básica.
Por Joel Solano
La feria en honor a San Juan Bautista, patrono de San Juan Comalapa, en Chimaltenango es un espacio de convivencia para la comunidad y una oportunidad para los comerciantes locales.
Durante este evento los pobladores aprovechan la visita de personas de otros pueblos para ofrecer la variedad de productos hechos en el lugar. De esta forma pueden agenciarse de otros recursos y cubrir los altos costos de la canasta básica.
Una de las emprendedoras es María Chex Otzoy, comerciante de velas artesanales. Comenzó con su labor en 2017, especialmente en la época de feria. La primera vez se ubicó frente a la Iglesia católica, lugar en donde los devotos al patrono San Juan Bautista llegaban a visitarlo, por lo que tuvo éxito con su negocio y aprovechó que muchos de ellos buscaban velas. La emprendedora aprovecha este momento para realizar la mayor parte de sus ventas de cera, así como de objetos tradicionales. “Tengo otras velas de colores que usamos desde los pueblos. Todos tenemos una intención y por eso usamos veladoras. Las más compradas son las de color blanco y el rojo que representa un nuevo día”, dijo.
El emprendimiento también es para financiar los estudios universitarios de María. “Estoy a punto de cerrar la carrera de Trabajo Social, pago alquiler y por supuesto llevo un plato de comida a casa. Agradezco a las personas que me han ayudado”, agrega.
Este año las ventas bajaron porque no se le cedió lugar frente a la iglesia. Está más alejada y es más difícil que la vean. Los ingresos son menos y a esto se suma que aún no se recupera lo perdido durante la pandemia de la COVID-19 en 2020.
El cierre de hace cuatro años aún no borra sus efectos. Armenia Culajay Patzán de la comunidad de Simajuleu, explica que las ventas no volvieron a hacer las mismas. En la actualidad se suma el aumento de la canasta básica. La libra de manía subió de Q15 a Q25 la libra; las roscas y los dulces también elevaron su precio a Q25 la libra. Lo que provoca es que muchos se limitan en gastar durante las fiestas. “Nos afecta, con lo que ganamos llevamos el sustento diario a nuestras familias. Tengo dos niñas y tengo que ver cómo llevamos algo de comer”, comenta.
Las familias comerciantes han optado por visitar otras ferias como la de Patzún, Patzicía o Chimaltenango. Se movilizan a las comunidades de Comalapa, pero el resultado es el mismo, no hay muchas ventas, pero la necesidad es de todos los días. “Debemos salir adelante pero el alza de los productos nos ha afectados a todos”, concluye Patzán.