Por Miguel Angel Sandoval
No lo escribo al tanteo. Es la observación simple que dice esto. Macondo es babosadita con lo que ocurre en nuestro país día tras día. Solo un par de ejemplos de los muchos despropósitos que se pueden ver en el desayuno, almuerzo y cena. Nada a desperdiciar.
En una muestra de desconocimiento del espíritu de una república y el desconocimiento de la organización del estado, un jurista de la lista Engel y de quien sabe cuántas más, presenta un apara por la participación del ministro de la defensa en la caminata que llevo al presidente Arévalo del despacho presidencial al congreso de la república para presentar un proyecto de reforma de ley. Advierto, solo falta pronunciamientos de la liga pro patria funda terror o Guatemala inmortal, con su animadora Gloria Álvarez.
Todo porque acompaña a personas del gabinete de Arévalo y eso lo considera que rompe con el principio que el ejército es obediente y no deliberante, que eso es una postura política, y otra serie de tonterías. La verdad es sencilla: un miembro del gabinete cumple una función pública, y por ende está obligado por ley a acatar lo que diga el residente. Nada más. Punto. Lo único que falta es que la CC haga caso de este mamarracho “legal”. Pero en Macondo chapín….
Luego vemos a la fiscal recha, que intenta un tour de visitas o invitaciones a sectores de la sociedad guatemalteca, ara que apoyen su postura en contra del deseo presidencial de verla fuera de las oficinas de Gerona. En verdad la fiscal debería estar siguiendo de oficio decenas y decenas de denuncias de corrupción, pero en lugar de ello, se dedica a construir un capital político, que, a lo sumo, duraría un año y medio, que es lo que le quedaría de mandato sino sale antes. Si se puede vaticinar que sus ahora aliados, le darán la espalda una vez se encuentre fuera del MP.
Es preocupante que sus principales valedores sean los de la lista Engel o la Magnistki. ¿O acaso ni hay gente honrada en el país? Claro que la hay, pero en este caso no se encuentran dentro de los seguidores o amiguetes de la hoy aun, fiscal general del MP. Ojo, aunque quiera no puede ponerse en tú a tú con el presidente, pues no le va, no le toca, y, sobre todo, es ilegal, inconstitucional, es un delito que roza con la sedición así de claro.
En el tema del congreso la película es de terror. Los que juraron amor eterno al partido Semilla, ahora le dan la espalda y no se animan a decir que es lo que los hace o los lleva a hacerlo. En una decena de entrevistas que escucho cuando estoy perdido en el trafico capitalino, todos los entrevistados dicen que, si están de acuerdo con combatir la corrupción, pero no explican porque razón no votan en favor de la reforma a la ley orgánica del MP. No defienden clara mente a la fiscal, pero en esencia lo hacen. Y son los diputados de la UNE, CREO, Todos, y los diputados de otros partidos de siglas impronunciables.
Los únicos que dicen las cosas claras son los reconocidos por su derechismo y sus vínculos con el pacto de corruptos: Alvarito Arzú y su mozo de otros días, Allan Rodríguez. Y como es obvio, de esta parejita no pueden salir argumentos de altura pues no conocen lo que es argumentos de calidad, profundidad y altura republicana. Son los payasitos que animan el circo de la novena avenida.
Entre los que escuche, están Adin, Inés… que fuera del chiste inicial ahora se dedica a poner todos los obstáculos, y así, ver si puede tener obra para sus bases, o lo que es lo mismo, su pequeña cuota de corrupción adquirida, patentada, hecha legal a fuerza de costumbre. Pero, siempre hay uno, en la actualidad las champurradas no funcionan.
De lo que, si se puede estar seguros, es que, en el corto o mediano plazo, la fiscal se debe ir, y los diputados que sigan con sus trampitas legislativas y desgastando el perfil del congreso, pasaran a las filas de los depurarles. Ya se escucha que en los departamentos se debe pedir cuentas a los diputados locales, y de esa auditoria no creo que salgan tan fácil como cuando se pierden en los baños del congreso o se hacen los babosos con las preguntas de los periodistas en los programas de radio o de TV.- Continuará.
