Por Feliciana Herrera
Debido a las restricciones implementadas ante la crisis provocada por la covid-19, desde el dos de junio de este año se han celebrado ceremonias mayas en diferentes puntos y comunidades, para conmemorar el “Día de la Dignidad Ixil”, en Nebaj, Quiché.
Cada 21 y 22 de junio los B’oq’ol Q’esal Tenam Naab’a (Alcaldía Indígena de Nebaj), guías espirituales y población en general, conmemoran la fecha como un homenaje a siete de sus Principales que fueron fusilados en 1,936 durante el régimen del presidente Jorge Ubico.
Durante ese periodo, los Principales convocaron a un levantamiento para defender los derechos e intereses de las comunidades, contra el despojo de tierras y los trabajos forzosos a los que eran sometidos, pero fueron capturados, torturados y fusilados en el parque de la cabecera municipal de Nebaj.
Por esa razón, en 2006 se aprobó un acuerdo municipal para conmemorar el “Día de la Dignidad Ixil”, que promueve en la población el reconocimiento del legado de los Principales, además, y la exigencia de que se conozca del paradero de otras 138 personas que durante esa época fueron criminalizadas y desaparecidas.
“Los recordamos porque hoy vivimos y dormimos en estas tierras por las cuales dieron su vida, a los nietos y nietas les decimos: aquí estamos, la lucha de nuestros Principales y su vida no fue en vano”, expresó Miguel De León Ceto, alcalde indígena de Nebaj.
Legado comunal
En 1,881 la población Ixil y sus autoridades mayas lograron la inscripción de la primera finca en el Registro de la Propiedad a nombre de sus habitantes; y en 1903, la segunda finca como ejido del pueblo.
En un intento de desarticulación a la organización social comunitaria, en 1,922 las autoridades gubernamentales impusieron una alcaldía encabezada por un ladino, pero los B’oq’ol Q’esal Tenam continuaron ejerciendo su función ante la población que los siguió reconociendo.
La población reconoce un papel fundamental en el cargo que los B’oq’ol Q’esal Tenam prestanpara diversos procesos de acompañamiento y consulta a las comunidades, particularmente en el rechazo a la implementación de proyectos hidroeléctricos como El Tigre, en 2011; Vegas I y II, en 2012; Las Brisas, en 2013; y en la actualidad contra el establecimiento de servidumbres y construcción de líneas de transmisión en varios puntos de las comunidades.