Texto y fotografías: Juan Calles
Durante el tercer día de la audiencia por el caso Molina Theissen, se presentaron a declarar las hermanas María Eugenia y Ana Lucrecia Molina Theissen, en su declaración narraron como se enteraron de la captura, violación y tortura de su hermana, entonces adolescente y de cómo su hermano Marco Antonio de catorce años fue secuestrado y desaparecido por el Ejército de Guatemala.
Entre otros detalles recordaron que su familia ha sido perseguida desde hace décadas por el Estado de Guatemala, el padre fue detenido en 1956 por su filiación política, en 1976 Emma fue capturada por primera vez, cuando era dirigente estudiantil, en esa ocasión Marco Antonio tenía 10 años y ya desde entonces fue intimidado por la policía judicial que cateó la casa de la familia Theissen.
María Eugenia afirmó tener mucho miedo por su vida y la de sus hijas, pues la acusación que están haciendo es muy grave; la cúpula militar que está acusada, es de las más violentas y sanguinarias en la historia de Latinoamérica.
Familiares de militares intimidan y amenazan
Durante el receso decretado por el juez Pablo Xitumul, la señora María Elena Winter Flohr de Lucas se dirigió a los pobladores de comunidades desalojadas de Chicoyoguito, afirmando que se encontraban en la audiencia para recibir dinero.
En ocasiones los familiares de los militares hacen comentarios sarcásticos contra periodistas, pobladores, miembros de organizaciones internacionales y de Derechos Humanos. Su actitud infantil y dolorosa deja entrever el miedo por la justicia y la verdad.
¿Cómo escapó Emma de un cuartel militar?
Las técnicas de tortura utilizadas por el Ejército guatemalteco son ampliamente conocidas, a Emma Molina Theissen, además la violaron masivamente y le vedaron el agua y la comida.
Le exigían información de otros miembros de organizaciones sociales, además la hicieron escribir un discurso para invitar a los jóvenes a no inmiscuirse en actividades políticas.
Al bajar de peso (más de 20 libras en 9 días) pudo quitarse los grilletes y salir por una ventana sin vidrios, los militares la habían hecho recorrer el lugar en un automóvil, Emma había visto el lugar y sabía por dónde podía salir de la zona militar. Así lo hizo, Emma es quizá la única mujer que escapó de las garras de sus asesinos durante un cautiverio y tortura. Después de su huida, el ejército secuestró y desapareció a Marco Antonio, el hermano de Emma, un niño de 14 años.
“El día que desaparecieron a mi hermano fue mi primera muerte; pero no vamos a dejar de buscarlo, nunca vamos a dejar de preguntar por sus restos”, dijo con firmeza Ana Lucrecia durante su declaración.
Mientras tanto los abogados defensores de los militares, insisten en preguntar sobre las actividades de las hermanas Molina Theissen en Quetzaltenango, lugar en el que Emma fue capturada y retenida, insisten en preguntar horas y fechas específicas, sin embargo Ana Lucrecia ha declarado su filiación política y sus actividades dentro del Partido Guatemalteco del Trabajo (PGT), por aquellos años prohibido por ser comunista.
Una defensa muy particular, ejerce litigio malicioso
En todos los juicios contra militares la defensa ha realizado un litigio malicioso, retorciendo la ley, retardando los procesos, interrumpiendo, gritando, amenazando, los abogados gesticulantes y con espuma en las comisuras de los labios no tienen más que retorcer la ley que alguna vez juraron defender.
Por la tarde se presentó a declarar Martín Berestain, doctor en psicología, quien presentaría su estudio, “el impacto de la impunidad en el caso de la familia Molina Theissen.”
Los abogados de la defensa pidieron desestimar al perito pues no fue presentado como auto de prueba. Todos los abogados, uno a uno, dejan un auto de formal protesta para después anular el peritaje de Berinstain por haber sido elaborado fuera del país, en Bilbao, España.
El Juez Xitumul les informó que todo había quedado registrado en las grabaciones, y que en su momento se comunicará la decisión del tribunal, además concluye que el perito puede presentar su estudio, pues el mismo ya se presentó en la fase anterior.
Por su parte el representante del Ministerio Público (MP) afirma que la defensa actúa de mala fe, pues en la fase anterior los abogados de la defensa conocieron del peritaje de Berestain y se les preguntó sobre el mismo y no hubo respuesta en aquella ocasión.
Así transcurrió el tercer día de audiencia. Nuevamente se evidencia la entereza de la familia Molina Theissen; y la falta recursos legales, intelectuales y dignos de una cúpula militar que desprovista de sus charreteras, soldados y armas, se esconde tras el litigio malicioso y una supuesta senilidad.