Por Rony Morales
En San Juan Tecuaco, en el departamento de Santa Rosa, la instalación de empresas extractivas ha generado una fuerte problemática social en los últimos años. Como respuesta, las comunidades se organizaron para denunciar la tala inmoderada e ilegal de los árboles.
Según Gildaberto Sánchez, autoridad comunitaria de San Juan Tacuaco, los vecinos se han organizado para proteger el bosque de los incendios forestales y la tala inmoderada. Sin embargo, el 14 de noviembre se enteraron, a través de las noticias, que la municipalidad presentaba como propio el trabajo de conservación de la reserva natural que han venido realizando los pobladores. Según declaraciones de Sánchez, las autoridades municipales no ha hecho esfuerzos para evitar y recuperar el daño ocacionado al bosque del municipio.
Las autoridades ancestrales del Pueblo Xinka manifestaron la preocupación e inconformidad ante esta situación, sobre todo porque la municipalidad desde hace dos años no han atendido las denuncias hechas por las autoridades comunitarias. Además, argumentan que instancias como el Instituto Nacional de Bosques (INAB), lejos de jugar el rol que le corresponde de promover el manejo y cuidado de los bosques, se ha visto envuelto en denuncias de corrupción al facilitar la tala ilegal de los bosques.
Gildaberto Sánchez añadió que, la municipalidad inició un proyecto de reforestación en el bosque sin consultarle a la población. Y que además, tiene una serie de incoherencias, dentro de ellas, el proceso de selección del personal contratado para dicha labor, ya que estos no cuentan con las capacidades y el compromiso necesario; tampoco se contemplaron planes para la prevención de los incendios, protección del bosque.
Finalmente, el proyecto fue abandonado por la municipalidad y lo poco que se hizo fue destruido este año por un incendio forestal, situación que ha agravado el conflicto entre la alcaldía Xinca y la Municipalidad, porque las autoridades ediles no permiten que las comunidades asuman el cuidado del bosque, pues argumentan que es propiedad municipal.
Al contrario, declaró Sánchez, lo utilizaron de botín electoral, ofreciendo trabajos de guardabosques, planteando la posibilidad de cederlo para dar viviendas, sembrando árboles de eucalipto que necesitan mucha agua para crecer, y permitiendo que los taladores aprovechen los pocos árboles que quedan.
Ante esta situación, la alcaldía Indígena Xinka hará una denuncia a la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH) y otras instancias de Gobierno para que investiguen lo que ocurre con el bosque y además para que den seguimiento a la tala ilegal, los incendios forestales y la indiferencia de la municipalidad. Estás acciones, en opinió del líder, solo contribuyen a que las comunidades no gocen del derecho humano al agua, porque todo esto ha traído como consecuencia que los pozos de agua, riachuelos y ríos cada día se vayan secando.