La conservación de la medicina natural es uno de los retos para la abuela, que como defensora de la madre naturaleza, busca a través de las plantas el cuidado de la persona por medio de productos naturales.
El conocimiento de las plantas medicinales es un legado de las abuelas y abuelos, por su eficacia para ser utilizado por el ser humano durante generaciones.
Por Joel Solano y Regina Pérez
Conversar con María Us es escuchar una cátedra de una mujer que ha vivido. Us es ajq’ij o guía espiritual, autoridad ancestral, defensora de las mujeres y del medioambiente y sobreviviente del conflicto armado interno. Una de sus cualidades es el uso de la medicina natural, algo que define como un don que recibió y el cual aún practica, a pesar del aumento del uso de la medicina moderna en los pueblos.
Us aprendió la medicina natural desde los siete años, porque su padre, Reyes Us Hernández trabajaba como promotor de salud, pero siempre inculcó a sus hijos trabajar con la medicina ancestral.
Después de un tiempo, María entendió que tenía el don de ser curandera y tuvo varios sueños de como trabajar con la gente. Esto le permitió atender a cientos de personas, independientemente de su malestar o enfermedad.
Us reside en San Juan Comalapa, Chimaltenango, pero es originaria de Macalajau, en San Miguel Uspantán, Quiché. Su padre, Us Hernández, es uno de los siete catequistas beatificados por la Iglesia católica el 23 de abril de 2021. Con su padre ella aprendió el uso de la medicina natural ya que además de ser promotor de salud también le gustaba la agricultura.
“Él hablaba de cómo cuidar la tierra, hacía aboneras naturales, nos enseñó a realizar abono orgánico para usarlo en las plantas”, dice.

Recuerda que su padre curaba a la gente con plantas medicinales, como la verbena, una medicina ancestral y milenaria, así como el romero, la ruda y la flor de muerto, que se ponen en agua hervida o “apagado en agua” como se conoce en los pueblos ya que no se hierve directamente en fuego.
Us tenía 15 años cuando hombres vestidos de verde olivo y encapuchados asesinaron a su padre, cerca de su casa, el 21 de noviembre de 1980. El ahora beato, quien también era catequista, tenía 40 años. Era muy conocido por promover proyectos de desarrollo para su comunidad.
Debido al conflicto armado interno, Us tuvo que huir de su natal Uspantán. En las montañas de Sololá conoció a su conviviente Juan Tuyuc, quien al igual que ella estaba huyendo de los militares. Juan era originario de San Juan Comalapa.
Se casaron y procrearon seis hijos. Vivieron en Sololá por 10 años y regresaron a San Juan Comalapa hace 20 años donde María vive actualmente. Tuyuc falleció hace 10 años en ese municipio.
Ajq’ij, defensora y activista por la tierra
La abuela ofreció una entrevista a Prensa Comunitaria en la sala de su casa. Lleva 20 años cuidando un bosque con mujeres de Sololá, un trabajo que considera necesario, debido al calentamiento global.
Actualmente, dirige la Asociación para el Desarrollo Integral de la Mujer del Área Rural (ADIMAR), de la cual es una de sus fundadoras.

Después de los Acuerdos de Paz exhortó a sus compañeras a que lucharan por el acceso a la tierra, ya que no tenían donde cultivar por la falta de espacio, es por ello que exigieron tierra a diferentes gobiernos.
Sin embargo, fue hasta en el 2003 durante el periodo del entonces presidente Alfonso Portillo (2000-2004) que lograron su objetivo. “Fue un trabajo difícil por la negación a la tierra, pero se logró el acceso a mujeres campesinas y ahora llevamos 20 años cuidando la tierra”, indicó. Este terreno se ubica en Patulul, Suchitepéquez, a 15 minutos del pueblo.
“La medicina natural es como una universidad”
La abuela Us refiere que antes las olas de calor se sentían normal en el territorio central del país, por ejemplo, pero ahora se siente como el de la Costa Sur. Por eso trata de sembrar árboles como plantas frutales y sobre todo plantas medicinales. “La mayoría piensa en usar medicina de farmacias, pero podemos sembrar plantas en casa”, indicó.
Ella considera que “entrar en el mundo de la medicina natural es como una universidad”.
Us explicó que la medicina moderna está reemplazando y desplazando el uso de la medicina natural, ya que mucha gente prefiere usar eso. Sin embargo, ella es una firme creyente del uso de la misma ya que ha curado a mucha gente con las plantas medicinales.
“Es un don que se nos ha regalado, por eso lo que damos con nuestras manos es curador al momento de dárselos a la gente, lo traemos de nacimiento”, indicó.
Para Us, la utilización de la medicina occidental o lo que se vende en las farmacias causa males a las personas ya que el uso de químicos empeora muchas veces la salud. Para ella, la mejor medicina está en casa o en los pequeños huertos del hogar, que por años han usado las abuelas y abuelos.

Durante 55 años, la abuela María ha atendido a cientos de personas en su casa. Una de las experiencias que le causan más satisfacción es cuando recuerda que le decían que, antes de administrar la medicina, lo tenía que hacer con todo amor para que los pacientes se curaran y les hicieran efecto lo que les daba.
Tratamientos con plantas deben ser continuos
Durante la entrevista ofreció consejos para afrontar las temperaturas del verano y el invierno. Por ejemplo, en verano las personas deben tomar mucho te de limón por lo refrescante de la bebida.
Si tienen problemas de respiración o gripe aconseja tomar verbena y jengibre.
En invierno lo que recomienda es tomar el romero, jengibre, el hinojo cuando hay dolor de estómago; la ruda para los cólicos; la manzanilla para los nervios y otra variedad de plantas.
En verano recomienda bañar a las y los niños en chilca, ruda y verbena, ya que son refrescantes. Mientras en invierno, cuando se padecen de dolores de estómago, vómitos o diarrea se les trata con hinojos (una planta aromática que se utiliza para medicina y la cocina) que se toma por siete o nueve días para que se mejoren ya que enfría el estómago.
También recomienda hacer un parche con pan y apazote, otra planta milenaria que es utilizada como desparasitante.

Los tratamientos con plantas deben ser continuos y no solo por una única vez, así como las recetas que dan los médicos, por siete u ocho días, para llevar un debido proceso de curación.
Ante la ola de calor que se prevé para este año, la abuela Us comentó que es parte del calentamiento global. “Por ello sentimos como si estamos en la Costa Sur y sudamos, los cambios en los últimos años han sido notables, pero debemos de contribuir en las reforestaciones”, indicó.
Para calmar el calor se debe tomar te de limón sin azúcar, tanto en la mañana y en la noche porque fortalece nuestros huesos y tiene vitamina D.
Recetas ancestrales de la medicina natural
María Us actualmente tiene un pequeño huerto donde se pueden encontrar algunas de estas plantas medicinales. Debido a que no tiene mucho espacio, solo cultiva algunas de estas.
Entre las plantas medicinales que aún se encuentran en los pueblos están: la jacaranda que se usa para la diarrea. Para esto se hierven solo las flores.
La ruda se usa para el mal de ojo y como té para cólicos, se toma “apagado”. Se hierve el agua y luego se pone la ruda por unos cinco minutos. Se toma dos veces por unos tres días.
El romero, otra planta medicinal, se usa para dar baños y estabilizar el calor de los niños o adultos, para cólicos y una limpia. Esto también se hierve dos veces al día por unos tres días. Para las limpias se utiliza de forma normal, sin hervir.

El hinojo para el malestar estomacal y el estreñimiento. Esto se hierve antes de tomarlo por tres días dos veces al día.
La verbena sirve para atacar la fiebre. El jengibre, que se usa para la tos especialmente, para dolores estomacales y sanguíneos. Se hierve para lo que se necesite dos veces al día. Independientemente de cómo se sienta la persona se debe seguir tomando.
Las hojas de guayaba se pueden usar para los cólicos y tomarlas en forma de té. Se hierve y se toma por tres días.
El té de limón sirve para las gripes o fiebre se hierve con canela y se toma por seis días dos veces al día.
La chilca, que se usa para hacer un baño refrescante, se hierve antes de usarla.
El eucalipto es otra planta que se usa para inhalar el vapor cuando se coce y sirve para limpiar los pulmones. Se hierve antes y el tratamiento debe realizarse durante seis días.
Para volver a las prácticas ancestrales desde el hogar, Us practica con sus hijos e hijas. Si uno de ellos se enferma hierve plantas con agua, aunque indicó que no se puede obligar a la gente a tomar la medicina natural si no la aceptan.
Al finalizar la entrevista, la abuela comparte un mensaje a la población para que siembren árboles, ya que proporcionan sombra, el aire, medicina, entre otras cualidades que provee la madre naturaleza por eso “sembremos y reforestemos si queremos vida”.