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Fe y tradición: posadas en los hogares de El Estor

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Créditos: Juan Bautista Xol
Tiempo de lectura: 3 minutos

 

En el barrio San Jorge de El Estor, Izabal, doña Petrona Che y don Francisco Caal recibieron con alegría la visita de la posada donde compartieron momentos de reflexión junto a su familia y comunidad.

Por Juan Bautista Xol

Doña Petrona Che y don Francisco Caal, vecinos del barrio San Jorge en el municipio de El Estor, Izabal, recibieron con alegría la visita de la posada que llegó a su hogar la noche del 19 de diciembre.

Mientras los feligreses se encontraban reunidos en la humilde vivienda de la familia Q’eqchi’, doña Petrona comentaba que cada diciembre reciben la posada de la iglesia.

“Todos los años recibimos la posada en nuestra casa, es una representación de la paz y de la alegría de nuestra familia, estas fechas son muy importantes para nosotros”, explicaba doña Petrona en su idioma.

“Mis hijos ya tienen sus propias familias y viven en otros barrios, acá en la casa nos acompañan dos de nuestros nietos, estamos felices al lado de ellos”, comentó la señora.

Foto de Juan Bautista Xol

La posada, que pasó la noche en la casa de doña Petrona está decorada con hoja de corozo, luces, estrellas artificiales, entre otros adornos que acompaña la imagen de María y José y que son propios de la época.

“Las familias nos han elegido para ser coordinadores de la iglesia San Jorge, llevamos un año organizando todas las actividades que se lleva a cabo en nuestra parroquia, mientras Dios nos de fuerza, seguiremos con nuestra fe”, manifestó don Francisco, sentado al lado de la posada.

Don Francisco Caal al lado del anda que llevó la posada a su hogar. Foto de Juan Bautista Xol

En El Estor, cada 15 de diciembre, los feligreses católicos recorren las avenidas de cada barrio cargando en hombros una posada, ya que para ellos representa el recorrido de María y José desde Nazaret a Jerusalén, mientras esperaban el nacimiento de Jesús.

Durante estos recorridos, los niños también cargan en la cintura un caparazón de tortuga, golpeándolo con un palo para dar sonido a la posada mientras pasa en las avenidas.

Caparazón de tortuga que al percutarlos acompañan la posada. Foto de Juan Bautista Xol.

“Este recorrido finaliza en la media noche del 24, en las primeras horas de la fecha 25 se apagan las luces en la iglesia como señal del nacimiento del niño Dios”, concluyó don Francisco, indicando que en la noche buena varias familias conviven en armonía, otros acostumbran a realizar ceremonias como agradecimiento de un año que está por terminar.

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