Dos líderes migrantes, Erick Valdez y Mario Ramírez y el internacionalista Roberto Wagner analizan lo que puede suceder desde este 20 de enero cuando Donald Trump asumió como el presidente 47 de Estados Unidos, con una retórica antiinmigrante que ha infundido miedo en la población guatemalteca que reside en ese país de manera indocumentada.
Por Regina Pérez
Este 20 de enero, Donald Trump inició su segundo mandato no consecutivo como presidente de Estados Unidos. Su llegada a la Casa Blanca ha despertado diversos temores en la población migrante, específicamente por su promesa de deportaciones masivas, provocando que funcionarios de diez países, incluyendo Guatemala, realicen reuniones para coordinar estrategias para proteger a migrantes en ese país.
“La llegada de Donald Trump se ve con un poco de angustia y mucha preocupación, por lo que él ha ofrecido en campaña, que era deportaciones masivas”, afirma Erick Valdez, un migrante guatemalteco que vivió por muchos años en las ciudades de San Francisco y Los Ángeles, California.
Valdez, quien integra la organización Alianza Migrante Nueva Guatemala (Amingua), dice que la posibilidad de deportaciones de migrantes indocumentados siempre pendía como una “espada de Damocles” en los connacionales, de que algún día vivieran una situación así, pero esa amenaza ahora se ve mucho más latente con la llegada de Trump.
Trump asumió este 20 de enero como el 47 presidente de Estados Unidos por un segundo mandato no consecutivo. Una de sus primeras acciones fue terminar la aplicación CBP One, por medio de la cual migrantes podían hacer citas en ocho puntos fronterizos ante un funcionario de migración y pedir asilo en ese país, especialmente venezolanos, cubanos y haitianos.
Para Valdez, lo prometido por Trump no fue una amenaza de campaña ni una manera de ganar votos dentro del electorado blanco que ha sido afectado por la situación económica de Estados Unidos en los últimos años. “Es algo que ellos quieren hacer lo mejor posible dentro de su plan”, señaló.
El 11 de noviembre de 2024, pocos días después de haber ganado la Presidencia de ese país, Trump nombró a Tom Homan, exdirector interno del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) como “zar de la frontera” para supervisar las entradas irregulares de migrantes por la frontera sur estadounidense y realizar las deportaciones a sus países de origen.
Homan anunció que las operaciones para detener a migrantes indocumentados comenzarán esta semana, tras la investidura de Trump. Este plan podría ponerse en marcha desde el martes 21 de enero y comenzará en Chicago, adelantó.
Debido a esto, el temor persiste. Mario Ramírez, director de la Asociación Amor al Prójimo, que se ubica en Apopka, Florida, señaló que migrantes de diferentes países han comenzado a sentir pánico ante los anuncios de las redadas.
Recientemente la Asociación inauguró un Centro Guatemalteco de Atención al Migrante en esa ciudad, donde recomiendan a los guatemaltecos que no se alarmen antes de tomar una decisión importante como regresar a su país y que esperen a lo que suceda en las próximas semanas, tomando precauciones debidas como no salir de sus hogares.
Conoce más detalles acá:
Migrantes inaugurarán su propio Centro Guatemalteco de Atención al Migrante
“Es un discurso que genera miedo”
En 2024, 76,768 personas migrantes radicadas en Estados Unidos fueron retornadas a Guatemala, según el Instituto Guatemalteco de Migración (IGM). Una cifra mucho mayor que en 2023 cuando fueron deportados 55,302 migrantes.
Roberto Wagner, internacionalista y catedrático universitario, considera que en 2025 se verá algo muy parecido si las deportaciones crecen un 10 % o 15 %; se estaría hablando de unas 85 mil deportaciones, lo cual estaría acorde con la promesa del mandatario estadounidense, pero no prende las alertas rojas como ha sucedido con partidos demócratas.
“La diferencia entre los demócratas y los republicanos hasta el momento ha sido que los demócratas lo deportan a uno con una sonrisa y los republicanos lo hacen con insultos”, indicó.
La afirmación se sostiene al revisar las estadísticas de deportaciones en los gobiernos de Obama, Trump y Biden, donde las cifras son muy similares.
Conoce más detalles acá:
Deportaciones y Donald Trump: ¿Qué le espera a Guatemala en 2025?
Para Wagner si se da un crecimiento mayor a lo esperado, por ejemplo, unas 100 mil deportaciones, considera que los próximos años irán en esa tendencia y eso sí es motivo de preocupación.
Mientras que para Valdez sí hay diferencia en cómo gobiernan los demócratas y republicanos, pero en migración, cuando se revisan los números en las diferentes administraciones, son similares.
“Los demócratas no quieren aparecer como débiles en el tema migratorio, de defensa, donde supuestamente los republicanos quieren ser los abanderados, las deportaciones han sido masivas también en los gobiernos demócratas, a Obama le decían deportador en jefe por tantas deportaciones que hizo”, señaló.
Por otro lado, Wagner indicó que hay que analizar el discurso de Trump. “Yo creo que el discurso genera miedo, el mundo está a la expectativa, no solo nosotros aquí en Guatemala, sino en Sudamérica, Europa, todo el mundo está a la expectativa de qué va a pasar. La incertidumbre es peligrosa en la política porque viene y genera miedo y el miedo tiende a generar violencia”, indicó.
Sin embargo, las preocupaciones persisten y a su criterio nadie ha dado una respuesta a los guatemaltecos, incluso a los que están legalmente en Estados Unidos y que aun así tiene miedo de que solo por ser de Guatemala serán deportados.
Deportaciones pueden variar por estado
Según lo conversado con los migrantes, las deportaciones pueden variar dependiendo del estado en que residen las personas guatemaltecas, ya que algunos tienen leyes más severas. En el caso de California, donde Valdez residió, su población ha votado por representantes progresistas y demócratas, pero no es la misma situación que en otros estados como Arizona, que hace unos años aprobó una ley que faculta a la policía a colaborar con autoridades migratorias para deportar a personas.
Valdez considera que algunos estados y ciudades van a colaborar con las nuevas autoridades de migración. “Las políticas de inmigración y el personal son a nivel federal, los dirige el presidente del país, no los gobernadores, los gobernadores pueden limitar la ayuda de su policía estatal con la migración, pero los oficiales de migración pueden actuar independientemente de la policía si así quisieran y eso ha hecho Trump”, dijo.
Por otro lado, si hay personas que ya están consignadas por un delito y tienen un proceso en las cortes de legalización podrían ser deportadas.

En Florida, donde reside Mario Ramírez, también tiene leyes restrictivas contra esta población promulgadas por el gobernador Ron DeSantis que tienen como objetivo desincentivar el ingreso de migrantes a ese estado.
Una de las mayores preocupaciones es que puedan ser detenidas por la policía cuando manejan y aunque no se han reportado casos, es a lo que más temen. Muchas se preguntan en la comunidad qué deben de hacer para cuidarse. “Esta semana es para ver cómo van a estar las cosas”, dijo Ramírez.
En su experiencia, la situación ya es difícil en Florida y comentó el caso de una mujer migrante y su bebé a quien llevó a una cita con autoridades de migración en Orlando para que le retiraran los grilletes que le colocaron a su ingreso al país donde estuvo por un mes.
El entrevistado se sorprendió cuando la guatemalteca fue llamada mientras esperaba en la fila y la enviaron de inmediato a Guatemala. “Me quedé molesto, porque el esposo iba conmigo, él iba en el auto y ella ya no regresó. Él está acá desesperado, nunca en mi vida había visto una separación de familia así, me quedé pensando como que fuera un delincuente”, señaló sobre el trato que le dieron a la guatemalteca.
Trump, un presidente transaccional
Wagner señala que Trump es un presidente transaccional, y así es como cree que va a manejar su política externa.
Aparte de anunciar que llevará a cabo deportaciones masivas Trump ha expresado su deseo de poseer Groenlandia, de cambiar el nombre del golfo de México a golfo de Estados Unidos y de recuperar el canal de Panamá. Estos anuncios han generado temor.
“La cuestión es que él está siendo un presidente transaccional que está utilizando el miedo como una herramienta política”, indicó Wagner.
Para ello, considera que los países de Latinoamérica, incluyendo Guatemala, deben de actuar de manera unida, “porque entre más separados estamos, si hay una agenda bilateral, México, otra para Guatemala, otra para El Salvador, otra para Honduras, será el clásico divide y vencerás”.
El pasado 17 de enero, funcionarios de 10 países, entre ellos México, Guatemala, Belice, Colombia, Cuba, El Salvador, Haití, Brasil, Honduras y Venezuela se reunieron para coordinar estrategias conjuntas ante la amenaza de deportaciones masivas, según el medio internacional CNN.
Según Wagner, ante las presiones de Estados Unidos lo que ha ocurrido es que países como México, con tal de quedar bien con ese país, le echan la culpa de todos los males a otras naciones, como Guatemala.
Y ante este tipo de situaciones, el gobierno de Bernardo Arévalo debe estar preparado, aunque algunas campañas como “Guatemala Cerca de Ti”, lanzada por el Ministerio de Relaciones Exteriores (MINEX), el pasado 16 de enero, debieron haberse lanzado antes de las elecciones en Estados Unidos, dijo.
Entiendo los plazos, que es muy fácil que yo lo diga más que hacerlo, pero creo que se perdió ese esfuerzo para venir y que los guatemaltecos sientan que los consulados están ahí para ayudarlos, señaló.
Por otro lado, ante la posibilidad de que un gran número de migrantes deportados decidan realizar nuevamente el camino al país del norte, Wagner considera que Estados Unidos está consciente de esta situación y por eso ha lanzado distintos programas como el Plan Alianza para la Prosperidad de los países del norte de Centroamérica en la administración de Obama, la iniciativa América Crece, implementada por Trump y la Estrategia para Abordar las Causas Raíces de la Migración, con Biden, sin embargo, estos han fracasado.
“¿Cuál es la consistencia de esos tres planes? Que eran una imposición de Washington”, indicó. Es por ello, dice, el gobierno de Arévalo tiene que hacer el intento de evitar ponerse de rodillas ante Estados Unidos, como ha sucedido con los últimos tres gobiernos. “Espero que este si por lo menos proponga algo diferente”, dijo.
Conoce más detalles acá:
Los 12 anuncios de Trump que deben interesar a Latinoamérica y sus migrantes
¿Cómo se prepara el gobierno?
Prensa Comunitaria consultó a la Vicepresidencia, que dirige la Autoridad Migratoria Nacional para saber cómo se está preparando el gobierno de Arévalo en el tema migratorio y las estrategias para recibir a guatemaltecos ante la posibilidad de deportaciones masivas, pero hasta el cierre de este texto no se obtuvo una respuesta.
Herrera participó este día en la recepción de personas deportadas de Estados Unidos en el Centro de Recepción de Migrantes. Al ser consultada por la prensa sobre la intención de Trump de endurecer las políticas migratorias manifestó que se mantienen conversaciones bilaterales para tratar el tema.
En una rueda de prensa, el canciller Carlos Martínez, informó que han mantenido una labor constante de comunicación por medio de los consulados divulgando información para los connacionales, tratando de orientarlos en sus gestiones y acciones preventivas a tomar, lo que se incrementó con las elecciones de noviembre de 2024.

Martínez dijo que con esta campaña quieren trasladar el acompañamiento y la seguridad “de que estamos preparados hasta donde podamos estar preparados”.
El canciller resaltó la importancia de que las y los guatemaltecos en el exterior estén documentados, sobre todo quienes tienen hijos nacidos en Estados Unidos. Si bien el ministro recalcó que han fortalecido la red consular desde hace 12 meses, migrantes como Valdez no ven un cambio en estos servicios.
“Otra preocupación en la comunidad, porque es algo que se vive diariamente, es la lentitud con que los consulados trabajan, si la gente requiere pasaporte, sacar el Documento de Identificación Personal (DPI), los consulados trabajan tan lento, cuesta mucho obtener una cita, incluso para esta situación ahorita que la gente va a querer tener apoyo en términos de papeles, pero estamos tan decepcionados con el servicio consular que uno lo va posponiendo”, explicó.
La crisis migratoria se exacerba con la llegada de Trump al gobierno y se agudizará el problema de la deportación y la gente sigue con la angustia de que los consulados no responden, aunque hay un nuevo gobierno, pero en temas internacionales no se ha visto mucho cambio, puntualizó Valdez.